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Bob Dylan suena en asturiano

El cantautor Toli Morilla, autorizado por el artista para versionar sus temas, celebra su próxima visita a Gijón con un concierto especial

Morilla posa con sus cuatro discos dedicados a Dylan y varios facsímiles del artista. JUAN PLAZA

En Asturias tenemos nuestro propio Bob Dylan. Aprovechando la visita del artista de Minessotta a Gijón el próximo 28 de abril, el cantautor ovetense Toli Morilla (uno de los pocos españoles que cuenta con el beneplácito del músico para castellanizar su obra) ofrecerá mañana un concierto especial en el Jazz Café de Gijón.

Morilla aprendió a tocar la guitarra escuchando a Dylan. Su fascinación por el artista ("fue gracias a él que se dio a conocer la música tradicional americana y que las letras dejaron de hablar solo de chicas y de coches") le llevó a documentarse y a ofrecer conciertos didácticos en escuelas y conferencias sobre el autor.

En 2009 se le ocurrió la idea que le cambiaría la vida: "Empecé a obsesionarme con traducir a Bob Dylan al asturiano para que, al menos, entendiera una parte". La adaptación implicaba obtener la autorización del artista a través de sus representantes en España, que tardó casi un año en lograr. "Tuve que traducirlo al castellano porque el asturiano no lo entendían. Conseguí el permiso para versionarlo en las dos lenguas", recuerda.

Desde entonces ha publicado cuatro discos con canciones del autor traducidas al español y al asturiano. Curiosamente, la adaptación de estas últimas le resultó más fácil. "En asturiano funciona mejor por razones lingüísticas: hay contracciones, no existe la jota, y es más suave y más musical que el castellano", afirma.

Además de las traducciones, Morilla consiguió que le permitieran variar la localización de uno de los temas del artista. "En 'Sara' (canción dedicada a su exmujer), Dylan habla de una calle neoyorquina, Lily Pond Lane. A mí aquello no me decía nada y decidí cambiarla por una calle gijonesa", señala.

Junto a Morilla, otros artistas cuentan con el visto bueno del artista para españolizar sus letras. "Gerard Quintana, Kiko Veneno, Sabina... Somos unos cuantos, pero ningún otro lo ha hecho en asturiano", asegura. "Ha sido un proceso largo y difícil, pero merece la pena. Si algo me ha enseñado esto, es que lo pequeño es tan interesante como lo grande", añade.

Tanto que el músico ha iniciado una recogida de firmas en una plataforma digital para que las autoridades municipales le permitan compartir escenario el próximo 28 de abril en Gijón con su ídolo. Es el único sueño que le queda por cumplir.

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