Los Reyes de España iniciaron su primera visita de Estado a Argentina con doble anécdota "aérea". El avión de la Fuerza Aérea Española rozó levemente con una de sus alas, cuando ya se encontraba en tierra, a otro aparato de la Presidencia argentina. El incidente se produjo en la maniobra de aproximación al pabellón en el que se iba a recibir a Felipe VI y la Reina Letizia y cuando existía muy baja luminosidad. Fuentes de la Casa Real restaron trascendencia a este incidente, al tiempo que aseguraron que no provocó ningún desperfecto en el Airbus 310, mientras que en el Tango 4, del presidente de Argentina, solo hubo un roce en su pintura.

Los Reyes de España podrán utilizar su avión para desplazarse hoy desde Buenos Aires a Córdoba para asistir mañana a la inauguración del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, ya que no tiene el más mínimo daño. Este incidente se suma a otro que se produjo en la llegada a Buenos Aires de Felipe VI y doña Letizia, ya que tras aterrizar y situarse su avión en el lugar en el que tenían que descender del aparato, estuvieron casi una hora esperando. El motivo fue que la escalera rodante prevista no alcanzaba la puerta del Airbus y hubo que esperar a encontrar otra adecuada.

El presidente Macri y su esposa, Juliana Awada, obsequiaron con un maletín de piel a Felipe VI y con un poncho a la Reina. Macri y la primera dama argentina recibieron en la Casa Rosada a los Reyes de España, que regalaron al jefe del Estado argentino y su esposa una maqueta de la nao "Victoria", el barco que realizó por vez primera una circunnavegación en un viaje de cuyo inicio se cumplen 500 años en 2019. También les regalaron una obra con reproducciones de las cartas de navegación durante ese periplo de Juan Sebastián Elcano y Fernando de Magallanes.

Además, obsequiaron a la primera dama argentina con un joyero y con cristalería de la Real Fábrica de La Granja, ubicada en la provincia de Segovia.

Letizia y la primera dama argentina han vuelto a coincidir en lo que los medios internacionales ya han calificado de un duelo de estilos, a pesar de que ambas han apostado por outfits muy diferentes. Mientras Awada ha optado por un vestido de corte evasé en azul marino con escote en pico y salpicado de lentejuelas con unos stilettos negros, doña Letizia ha escogido un vestido firmado por Pedro del Hierro de color beige, ajustado a la cintura con vuelo en la falda y sin mangas. Lo ha combinado con una cartera de piel y salones en tono camel, de Magrit. Todas las miradas se han centrado en los pendientes que ha lucido la Reina: ha abierto el joyero de los Borbones para rescatar unos pendientes colgantes de perlas que pertenecen a las "joyas de pasar" y fueron de la reina Victoria Eugenia de Battenberg. La emérita Reina Sofía los lució en varias ocasiones, reservados para las citas importantes, aunque sin duda la más especial fue durante la boda de la Infanta Elena con Jaime de Marichalar, siendo la novia la encargada de lucirlos.