Kevin Costner vuelve al cine para reescribir la historia: en este caso, la de los agentes que acabaron con Bonnie & Clyde, protagonistas del filme homónimo de 1967 que les "romantizó" en detrimento de sus captores, cuya memoria quiere restaurar en "Emboscada final" ("The Highwaymen"): "Los chicos eran unos asesinos", dice el actor y director estadounidense.

"Cuando vi 'Bonnie & Clyde', a los 13 o 14 años, me gustó mucho; tardé un tiempo en entender que sus dos protagonistas no eran héroes, sino asesinos. No pensamos mucho en las vidas que quitaron, en sus familias", relató Costner en Madrid.

La película, que dirige John Lee Hancock, cuenta la historia de los dos agentes retirados que, gracias a su pasado en común, consiguieron lo que el FBI no logró durante la Gran Depresión: localizar y acabar con Bonnie Elizabeth Parker y Clyde Champion Barrow, interpretados por Warren Beatty y Faye Dunaway en el clásico de Arthur Penn. A sus 64 años, el actor protagoniza este filme junto a Woody Harrelson, y ambos dan vida a los agentes Hamer y Gault en un proyecto que data de 2005, que fue inicialmente pensado para Paul Newman y Robert Redford y que se paralizó por problemas de salud del primero.

A la muerte de Newman, Redford rechazó el proyecto, y el guión original quedó olvidado hasta que, en 2013, Universal Pictures decidió retomarlo, aunque finalmente fue Netflix, que la estrenará en la plataforma para España este viernes, día 29, la que decidió hacerse cargo.

Para interpretar al agente retirado, el protagonista de "El guardaespaldas" y "Bailando con lobos" engordó "unos kilos" y leyó varios libros sobre la figura de Hamer, de quien tomó prestado el corte de pelo y su acento texano.

Explica que, en su opinión, el cine ha de ser "veraz con la historia", especialmente cuando está documentado, una característica que el filme de Arthur Penn no cumplía.