La justicia australiana falló a favor del actor, quien demandó a un medio local por haberlo acusado en 2017 de acosar a una compañera de trabajo, al considerar que la denuncia fue "extravagante" y "sensacionalista". "Estas fueron piezas insensatamente irresponsables de periodismo sensacionalista de la peor clase", dijo el juez Michael Wigney, del tribunal federal australiano.