Toda gran estrella tiene un ángel. En el caso de Cynthia Zebaze, "Samia", la camerunesa afincada en Gijón que está triunfando en el programa televisivo "Got talent", este ángel se llama Alberto Arango. "Cuando escuché cantar a Cynthia por primera vez pensé 'qué valor de voz y qué inteligencia de artista'. Sabía que intentarían hacer negocio de su talento y discretamente le sugerí: 'Lo que necesitas es que te den una beca para formarte'. Como eso no fue posible, dentro de mis posibilidades, se la di yo", cuenta.
Alberto Arango es cubano y profesor de canto. A sus 67 años, tiene una amplia experiencia formando a cantantes de ópera en La Habana, Palencia, Ávila y Gijón, donde reside desde hace 25 años. A 'Cynthi', como él la llama, la conoció hace apenas un año, cuando un conocido de la parroquia gijonesa de San Julián de Somió, donde ella cantaba, los presentó. "No tardé en darme cuenta del talento que tenía: si un cantante normal llega a dos octavas (extensión de notas que abarca), ella llegaba a las tres y media. Me dijo que no sabía leer música y que muchos le ofrecían cantar canciones populares, pero que ella quería cantar ópera", recuerda.
Desde entonces Arango y Zebaze, que antes había recibido clases de Gonzalo Quirós, se ven todas las semanas. De la hora y media que duran las lecciones, sólo una hora está dedicada a calentar y matizar aspectos que influyen en la voz, "como la respiración, la colocación de la cabeza o la vocalización". "La formación de un cantante de ópera es exigente y estricta. Más que la de un cantante popular. Tiene que manejar muy bien las escalas y desarrollar resistencia: hay piezas que llegan a las cinco horas", explica el profesor.
Para Cynthia, a la que a lo largo de su vida nadie le ha regalado nada (llegó a España encinta en patera tras un periplo de un año por África y ha conseguido sacar adelante a su hija, Ángela), las clases de Arango, hoy profesor y amigo, marcaron un antes y un después en su vida. "Con él gané muchísima seguridad en mí misma. Antes no conseguía respirar ni controlar el aire y tenía poquísima confianza en mi voz, que no me gustaba. Ahora soy más consciente de dónde están los fallos", relata.
Pese al éxito repentino que le ha proporcionado "Got talent", programa en el que ha llegado hasta la fase final, que se desarrollará a finales de abril, Zebaze asegura que "quiere seguir formándose y puliendo su voz". Una decisión que apoya su maestro, que reconoce el tesón y el esfuerzo de la camerunesa, a la que sigue formando en la actualidad. "Yo siempre le digo: el 20% del éxito es el talento y la personalidad del cantante. El trabajo, y sobre todo en ópera, es el 80%. Para vivir del arte primero hay que vivir por el arte". Un consejo que no se cansa de repetir.
