Canta Rosalía en "Malamente": "Se ha puesto la noche rara, han 'salío' luna y estrellas, me lo dijo esa gitana (¿qué?). Mejor no salir a verla". Y la joven artista, que tiene a España dividida -o se la ama o se la odia-, hizo que miles de personas desafiaran a su suerte o a sus supersticiones y salieran bajo la luna y las estrellas para verla a ella. ¿Dónde? En el festival que acapara cada año las miradas de medio mundo: Coachella. Una vez más, el Empire Polo Club de la ciudad californiana de Indio, muy cerca de Palm Springs (al oeste de Los Ángeles), acoge la cita musical más famosa de Estados Unidos. Y, con permiso de Rosalía, en esta edición, la número 20, la moda vuelve a ser la gran protagonista.

Son pocos los rostros conocidos que no desean dejarse ver por este famoso evento, que comenzó el fin de semana pasado y se extiende hasta hoy domingo 21, y cuyo precio de las entradas oscila entre los 429 (entrada general) y los 999 dólares (pase VIP). Porque en Coachella, además de ver conciertos, que los hay y buenos -este año han pasado por el escenario, además de la citada Rosalía, Ariana Grande, Tame Impala, J. Balvin, Bad Bunny y Childish Gambino, entre otros-, la clave es dejarse ver y fotografiar. Y si es con un look inspirador, mucho mejor. Los "influencers", blogueros y los famosos que sacan una importante rentabilidad a sus perfiles en redes sociales lo saben, y por eso cada vez son más las marcas presentes en este festival y que hacen colaboraciones con alguno de ellos durante su viaje a Indio. Pero, dejando el dinero que ingresen por sus publicaciones a un lado, lo cierto es que Coachella siempre es una inspiración buenísima para apuntarse looks de cara a la primavera, al verano y a la temporada de festivales musicales que está a punto de arrancar en España. Y en esta edición hay una serie de tendencias imprescindibles que se pueden llevar desde ya: vestidos campesinos, botas y botines cowboy, camisas con bolsillos tipo safari, camisetas de grupos musicales con minifaldas y shorts, monos con tachuelas, capazos especiales, "crop tops" (hasta el ombligo) con mangas con volumen y mucho, pero mucho, tejido vaquero.

Las que más saben de moda tiene claro que el calzado del verano son las botas y los botines de aires texanos. Blancas con bordados, de ante en tonos tierra, negras con tacón o puntera metalizados? da igual el color o el alto, lo que importa es ese toque campestre que aportan a cualquier estilismo. Solo tiene unas competidoras: las botas militares, tanto de piel como de goma por si la lluvia aparece de manera inesperada. Tanto unas como otras son perfectas para completar los looks favoritos de los próximos meses: los vestidos cortos de flores o nido de abeja de escote campero, volantes y mangas con volumen; los vestidos ajustados en colores neón con camisas con bolsillos en colores verde safari o beige; los shorts vaqueros con camisetas de grupos de rock; los pantalones ciclistas -lisos, en colores flúor o con estampado animal-; los monos cortos con tachuelas; los vestidos largos de flores o de tul en tonos neutros de inspiración "boho"; los tops por encima del ombligo con faldas y pantalones de tejidos naturales como el lino, y los petos, faldas, pantalones cortos y en diferentes acabados "denim" y con flecos para rematar ese estilo country.

Los complementos estrella de esta primavera son los bolsos tipo bandolera en colores vivos, los capazos de paja con algún detalle especial, los cinturones anudados, los conjuntos de varias cadenas y colgantes finos al cuello, los pasadores de pelo y los pendientes XL con mucho brillo, los pañuelos y las pulseras de hilo de inspiración hippy. Lo viste en Coachella y lo puedes copiar ya. "Tra, Tra".