La luz blanca y mística que baña "La Anunciación" de Fra Angélico, desconocida hasta el momento, vuelve a lucir, tal y como la pintó el maestro florentino, gracias a un exhaustivo proceso de restauración que ha revelado su luminosidad original y otros elementos ocultos. El cuadro, uno de los títulos más importantes del catálogo del Museo del Prado, había acumulado con el tiempo una capa de suciedad que lo ensombrecía, se había partido en dos, una ala había sido repintada y modificada, y varias restauraciones anteriores habían modificado los vivos colores y elementos de la imagen. Ahora, las manos de Almudena Sánchez, una de las restauradoras de la pinacoteca madrileña, han sido las responsables del devolverles su resplandor original en un proceso que ha durado casi un año y que ha sido "emocionante de principio a fin", según dijo ayer. El cuadro está pintado al temple, con una base de huevo, lo que lo hace especialmente "frágil". Es sobrecogedor el intenso dorado del oro que integra las coronas de los personajes principales y los rayos del cielo.