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Los looks que queremos ya de las colecciones crucero 2020

La inspiración marroquí de Dior, el "todo es posible" de Chanel y el homenaje a Nueva York de Louis Vuitton animan a coger la maleta y escaparse al otro lado del mundo

Los looks que queremos ya de las colecciones crucero 2020

Hay muchas voces en el mundo de la moda que ponen en duda la estacionalidad clásica que impera en la moda. La globalización de los mercados y, cada vez más, la evidencia de que el cambio climático es una realidad, modificando la meteorología asociada a cada mes del año, hacen que las casas más importantes de diseño mezclen cada vez más sus campañas tradicionales -otoño/invierno y primavera/verano- y pongan mucha atención en las colecciones cápsula, las de pretemporada y las de entretiempo, las conocidas como crucero. Su origen se remonta a esa idea de los diseñadores de crear prendas para mujeres que durante el invierno viajaban al otro lado del mundo y necesitaban piezas más ligeras y especiales que llegaran a tienda antes que las colecciones creadas para el verano. Y aunque ahora es posible encontrar prendas estivales en las propuestas de invierno, las colecciones crucero siguen teniendo una sofisticación y una personalidad a las que son difíciles de resistirse. Y precisamente con esas ganas de verano que muchas tienen ya, tres grandes imperios de la moda han presentado en estos últimos días sus colecciones "Resort" para el año 2020. Tres invitaciones claras a coger la maleta, llenarla de glamour y dar la vuelta al mundo.

María Grazia Chiuri, la directora creativa de Dior, trasladó toda su operativa a Marrakech para presentar allí su colección. Un lugar mágico en el que Europa y África se dan la mano y que tiene conquistados a artistas, escritores, viajeros y, por supuesto, modistos. En colaboración con varios artesanos africanos, la diseñadora presenta una propuesta amplia que abarca desde vestidos de noche dignos de diosas del desierto a trajes en verde bosque y colores tierra ideales para las jornadas diurnas más aventureras. Los estampados africanos cubren pantalones y blusas amplias, vestidos cortos y largos, faldas hasta los pies, trajes de chaqueta y pantalón, pañuelos de seda y el imprescindible capazo "Book Tote", que ya se ha convertido en el objeto de deseo de cada temporada. Los cinturones de piel son claves para ajustar las siluetas, el tejido vaquero coge fuerza para los estilismo más casual, las transparencias para los más sensuales y el blanco, el beige, el negro y los colores tierra dominan la paleta. Una escapada de lo más apetecible por el continente africano.

Y de Marruecos a Nueva York, de la mano de Louis Vuitton. En sentido real, porque el escenario de su desfile fue la terminal 5 del aeropuerto JFK de la ciudad, que pronto abrirá sus puertas reconvertida en un hotel de lujo. Y en sentido poético, ya que tanto el skyline de la ciudad como sus habitantes y rascacielos son una de las principales fuentes de inspiración para la propuesta de su director creativo, Nicolas Ghesquière. Los años 80 mandan en la colección, tanto por los volúmenes en los hombros como por los cortes en la cintura de las chaquetas y los tops, los flúor, los tejidos con brillos, las cinturas marcadas, las faldas lápiz abiertas y una fuerte presencia del espíritu rock. Las rayas de los trajes de los Lobos de Wall Street cubren faldas cortas combinadas con chaquetas rockeras amplias; los pantalones suben hasta la cintura y se combinan con tops luxury, que recuerdan a los cristales de los edificios más altos de la Gran Manzana; el blanco y el negro mantienen más viva que nunca la llama de su amor, y los cinturones, las formas redondeadas y las blazers con twist le dan al "play" para poner rumbo a 2020.

El Gran Palais de París volvió a ser el escenario del desfile "Resort" de Chanel. Pero la novedad es el nombre que, por primera vez, está detrás de la colección: Virgine Viard. Esta es la primera propuesta creada completamente por la directora creativa de la "maison" después del fallecimiento de Karl Lagerfeld, y de ahí que cada detalle fuera analizado con lupa. Pero lejos de atarse las manos con un discurso cerrado, Viard propone una colección en la que "todo es posible". Gabardinas y trajes de inspiración masculina con tejidos sport; chaquetas en color flúor con pantalones de tweed; tops dulces con lazos XL y monos y trench de piel de inspiración motera; bermudas clásicas con chaquetas de punto a rayas y vestidos con bolsos multipieza a modo de arnés con un plus de actualidad; vestidos de seda cargados de volantes y con flores bordadas de aires vintage que evocan al París más bohemio, al que siempre apetece volver.

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