Aunque nadie está al margen de los efectos del paso del tiempo, es evidente que en algunas profesiones este proceso de envejecimiento es más rápido que en otras. La política es una de las actividades laborales en las que los efectos del tiempo más se dejan notar en el físico.

De hecho, un estudio realizado en 2016 por la Facultad de Medicina de Harvard, en el que se analizaban las elecciones de 17 países entre 1722 y 2015, llegó a la conclusión de que liderar el Gobierno de un estado puede restar hasta tres años de vida. Estos eran los efectos de lo que vino a llamarse "proceso de envejecimiento presidencial".

No hace falta, no obstante, llegar a la presidencia del Gobierno para que los efectos de este paso del tiempo acelerado se dejen notar entre los profesioneles de lo público.

La presión, el estrés, el ritmo frenético, la falta de sueño... son algunas de las causas del envejecimiento acelerado de los políticos, en algunos mucho más evidente que en otros.

En estas imágenes se puede apreciar cómo han cambiado varios políticos con el paso de los años. El color y estado de su piel, las arrugas, el cambio en el color y la densidad del pelo... son algunos de los cambios más perceptibles entre el antes (foto de la izquierda) y el después (foto de la derecha).