Es un referente del jazz electrónico y uno de los trompetistas vivos más aclamados, pero Nils Petter Molvær se subió ayer a las tablas del Teatro Jovellanos de Gijón sin ninguna necesidad de alardes. Con puntualidad germana y sin presentarse, el músico apenas sintió la necesidad de dirigirse a un público que también parecía saber a lo que venía. Sin aplausos, observaron complacidos una retaíla de temas que parecían fundirse la una con la otra, sin descanso. Creando diferentes atmósferas, el noruego centró su apuesta en el Festival de Jazz de Gijón en explorar su propio sonido. La actividad continuará hoy con otra cita prometedora y dedicada, esta vez, a un perfil de audiencia más familiar, "El viaje de Emma", que pretende dar a conocer a los más pequeños la historia del género musical con una puesta en escena más dinámica.