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Fernández Armero estrena su película de sabor asturiano

El director presenta "Si yo fuera rico", humor y amor sobre las consecuencias de ser millonario de golpe

Álex García, Alexandra Jiménez y Álvaro Fernández Armero. EFE

¿Quién no ha fantaseado con que le toque la lotería cuando todo le va mal? Es lo que le ocurre a Santi ( Álex García) en pleno divorcio de Maite ( Alexandra Jiménez) en la nueva comedia de Telecinco Cinema "Si yo fuera rico", que se estrena el próximo viernes en cines apuntando directa a la taquilla.

Dirigida por Álvaro Fernández Armero ("Todo es mentira", "Vergüenza") y rodada en Asturias con un guion en el que participa el asturiano Tom Fernández, la película oscila entre la comedia romántica y la "buddy movie" para sacar punta a las alegrías, los excesos, pero también las miserias que pueden salir a flote cuando los millones le caen a uno del cielo de un día para otro. "Te pones a fantasear y hasta te cambia la energía, te relajas, se te ilumina el rostro, te metes en un mundo un poco Peter Pan", dice García.

Fernández Armero puntualiza: "En el fondo nadie quiere que le toque mucho, mejor uno o dos millones que 25, yo lo prefiero, porque te cambia demasiado la vida", dice el director y guionista, cuya fantasía es montar una productora para financiar proyectos que le gusten "y pagar bien a los directores y guionistas".

Si algo tienen en común los personajes de esta comedia, en la que la asturiana Paula Echevarría tiene un pequeño papel, son sus imperfecciones. "Todos son imperfectos y no hacen más que tomar malas decisiones todo el tiempo", dice Jiménez, "lo divertido es ver que son miserables, que lo hacen todo mal pero pese a todo los quieres y vas con ellos". García confiesa tener alguna cosa en común con su personaje, un joven gijonés atractivo pero "venido a menos" que se ha estancado en el surf, la furgoneta y la vida fácil.

"Si yo fuera rico" se ha rodado en Madrid y Asturias. El equipo trabajó durante varias semanas en escenarios asturianos: el paseo de Begoña, el muelle, la sidrería El Globo, el Club de Regatas y la finca Bauer, en Gijón; la playa de Salinas y el aeropuerto de Asturias, en Castrillón, fueron algunas de las localizaciones elegidas por el director, que pasó parte de su infancia y adolescencia en Villaviciosa.

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