"Soledad" es la impactante ópera prima de la cineasta argentina Agustina Macri. El filme, que en abril se alzó con el premio a la mejor película del Barcelona Film Fest, se centra en la vida de Soledad Rosas, una joven argentina convertida en emblema del anarquismo italiano tras ser juzgada por un crimen que no cometió. Tras su triunfo en el festival y después de estrenar "Soledad" en Italia, donde ha tenido una gran acogida, Agustina Macri -hija del expresidente argentino Mauricio Macri- pasa unos días en Asturias.
"Vengo bastante por aquí, porque una de mis mejores amigas veranea en Asturias y viene durante el año", explica Macri, que ayer estaba en Ribadesella, en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA. La joven cineasta no oculta su admiración por el paisaje de la región: "Me encantaría rodar en Asturias, ojalá se dé la oportunidad porque me parece un paraíso".
Agustina Macri reconoce que ya tiene ganas de volver a rodar, y de hecho está embarcada en tres proyectos: "Estoy escribiendo un guion para rodar mi próxima película, en Cataluña, y también trabajo en dos series en Centroamérica, dos coproducciones. Así que ahora estoy escribiendo y el próximo año espero volver a rodar, que ya tengo ganas, porque 'Soledad' la acabamos de rodar en enero de 2018".
La filmación de su ópera prima, en todo caso, no estuvo exenta de problemas. Macri tuvo que enfrentarse al boicot orquestado desde un colectivo anarquista de Turín, el mismo en el que se integró Soledad Rosas cuando llegó a Italia, en 1997. Aquel grupo, organizado en torno al edificio ocupado El Asilo, rechazaba que se hiciera una película sobre una figura emblemática para el movimiento.
"Fue como si la realidad y la ficción se hubiesen mezclado, como si de repente estuviésemos viviendo una película dentro de una película. Cuando empezamos a rodar, me empezaron a 'atacar', dicho esto entre comillas. Publicaron panfletos diciendo por qué ellos no creían en la película", recuerda Macri.
La cineasta sufrió incluso el acoso a través de una radio anarquista activa en Turín, Radio Blackout. La reacción de Macri fue integrar esa campaña contra ella a través de la radio en una escena de la película: "Incluso utilicé el mismo texto que ellos utilizaban en mi contra. Me pareció la mejor forma de darles voz, de reflejar lo que ellos creían y de demostrarles que la película estaba a favor suyo". Porque Agustina Macri tiene claro que "Soledad" es una manera de perpetuar la memoria de Soledad Rosas, a la que las autoridades acusaron de provocar, con su novio y un amigo, un atentado contra los proyectos de un tren de alta velocidad. Unos sucesos que habían ocurrido cuando ella ni siquiera estaba en Italia. La joven terminaría quitándose la vida en la granja en la que cumplía arresto domiciliario, en el verano de 1998, pocas semanas después de que su novio se ahorcase en su celda.
"Era una oportunidad para visibilizar la historia y para contar algo que había quedado olvidado, esa injusticia tan grande", reflexiona Macri, que se metió muy a fondo en la historia de Soledad Rosas, hasta el punto de llegar a contactar con sus padres. "Me sigo escribiendo con la madre", revela la cineasta.
Para reforzar la carga emocional de la película, Macri tiró incluso de vivencias familiares: la relación de Soledad Rosas con su carcelera se nutre, según ha revelado la cineasta en algunos encuentros con el público, de las vivencias que le relató su padre, que en 1991 estuvo secuestrado durante doce días por una banda criminal. Pero Agustina Macri revela que esas escenas fueron al final "las que me parecieron más fáciles de rodar", gracias a la complicidad que logró con la actriz principal, Vera Spinetta -hija del músico Luis Alberto Spinetta.
La película, distribuida a nivel internacional por Buenavista, se podrá ver en Hulu, plataforma de streaming de Disney, aunque todavía no hay fecha de estreno. "Tengo muchas ganas de que 'Soledad' se pueda ver online y que llegue a más gente", reconoce Macri, que valora las oportunidades de los nuevos formatos de distribución, pese a sentir añoranza por el "ritual" de ir al cine. "Es como todo, uno se tiene que acostumbrar, que adaptar, y sacar lo mejor de esto", concluye.
