Un mini macaron de merengue con plancton relleno de una crema de microalgas y brie y con huevas de oricio fresco en su interior, acompañado de huevas de tobiko y brotes. Ese es el suculento bocado que les ha servido a Lara Rodríguez y Alejandro Tuero, chef ejecutiva y jefe de repostería del restaurante Kraken de Gijón -situado en el Acuario-, viajar a Madrid Fusión el próximo 13 de enero. Será para la final del concurso "bocados con queso", en el que se decidirá el ganador nacional entre las cinco propuestas seleccionadas. La del restaurante del Acuario gijonés es la única del norte de España en la décima edición de un concurso que reúne a los mejores cocineros del país.

"Es un gran orgullo y, sobre todo, un gran trampolín", explica Rodríguez, que asumió el reto de reconvertir el espacio gastronómico de la instalación gijonesa en un restaurante de referencia. "Allí van a estar todos, los mejores críticos y cocineros, así que es una gran oportunidad para darnos a conocer", asegura. Para muestra, el jurado, compuesto por, entre otros "estrellas Michelin" Martín Berasategui -el español que más tiene, con doce-, Carme Ruscalleda o Eneko Atxa. A todos ellos intentarán conquistar con el elaborado bocado, parte de uno de los platos que tienen habitualmente en carta. A quienes no forman parte del jurado intentarán encandilarles con un showcooking en directo.

La propuesta presentada es un ejemplo claro de la cocina de Rodríguez: vanguardista, transgresora, lejos de convencionalismos. "Siempre busco salirme de lo habitual y ofrecer cosas que no se encuentran en cualquier sitio, distintas, dándoles una vuelta y con mi toque personal", enfatiza la chef. "Íbamos a hacer algo más sencillo, pero me dieron carta blanca y esto fue lo que salió", explica Rodríguez. Parte de culpa la tiene también Alejandro Tuero, su jefe de repostería y cocreador del bocado. "Quiero darle mucha importancia a la repostería, y por eso conté con él, que tiene una gran experiencia con los mejores", remarca Rodríguez.

Al hablar se le escapa la pasión, el leitmotiv de su cocina. Tras estudiar ingeniería Industrial y dedicarse al mundo del comercio y los eventos, hace 7 años decisión dar un giro total a su vida y hacerse chef. "Yo soy cocinera por pasión", confirma sin dudar.

Tanto es así que incluso se lanzó, hace un año, a crear la Asociación de Cocineras del Principado de Asturias, que preside. "Queremos reivindicar que podemos hacer lo mismo que un hombre en cocina", remarca Rodríguez, "cuando te hablan de Estrella Michelin, siempre se te va la cabeza a un hombre, ¿por qué?", se pregunta. Cambiar esa concepción es lo que buscan en la asociación. En lo individual, sus aspiraciones van más allá: "una Estrella Michelin, claro. Ese es mi sueño".