Irina Shayk es mujer de muchas portadas y pocas palabras. Celosa de su vida privada hasta el extremo, la modelo rusa de 34 años ha roto su silencio en la edición británica de "Vogue", donde aparece vestida de rosa. En la entrevista habla de cómo es su vida de madre soltera tras su ruptura con el actor Bradley Cooper, de quien se separó el año pasado tras cuatro años de relación y una hija en común. Y no es color de rosa. "Hemos tenido mucha suerte de haber tenido lo que tuvimos juntos. Pero la vida sin B (Bradley) es un terreno totalmente desconocido para mí", admite la "top", que desfiló la semana pasada en París en la despedida de Jean Paul Gaultier de la alta costura.

Shayk y Cooper anunciaron su separación el pasado junio, tras varios meses de rumores de crisis. Rápidamente estuvieron de acuerdo en compartir la custodia de su pequeña, Lea de Seine, de 2 años, y fijar Nueva York como lugar de residencia. "Creo que en todas las buenas relaciones sentimentales tú ofreces lo mejor y lo peor de ti. Así es como funciona la naturaleza humana. Por eso dos grandes personas no tienen por qué ser una gran pareja (...). Si tú estás con alguien es porque caminas en el mismo sentido y buscas la misma cosa" explica Shayk. Y añade: "Es complicado encontrar el equilibrio entre ser madre soltera y ser una mujer trabajadora que se gana la vida. De verdad, todavía hay días en los que me levanto y pienso 'Dios mío, no sé qué hacer, me estoy desmoronando". El director y protagonista de "Ha nacido una estrella" y la modelo iniciaron su relación poco después de que ella rompiera su noviazgo con el entonces jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo, y él confirmara su ruptura con la modelo británica Suki Waterhouse, con quien salió durante dos años.

Las declaraciones de la modelo no se parecen en nada a las que hizo cuando rompió con Ronaldo. En 2015, Shayk explicó lo que buscaba en un hombre a raíz de su ruptura con el portugués: "Quiero un hombre fiel, honesto, un caballero que sepa cómo respetar a las mujeres. No creo en los hombres que nos hacen caer y sentirnos infelices, porque eso no es de hombres sino de niños", y añadió: "Pensé que había encontrado ese hombre ideal... pero no. Pienso que una mujer se siente fea cuando tiene al hombre equivocado a su lado. Yo me sentí fea e insegura".