Un auténtico fenómeno social y televisivo como hacía tiempo que no daba en nuestro país. Ese puede ser un buen resumen de lo que ha supuesto "La isla de las tentaciones". El nuevo reality de Mediaset se ha convertido en el primer éxito televisivo de 2020 y en la gran sorpresa de la temporada con audiencias cercanas al 30%, unas cifras propias de los grandes formatos ya consolidados como "Supervivientes" o "Gran hermano VIP". El mérito es aún mayor si tenemos en cuenta que el programa estaba grabado desde hace meses. Algo que le ha quitado frescura, pero que le ha permitido definir e hilar mejor las tramas para hacer que la expectación haya ido in crescendo hasta el final.

Cinco parejas separadas en dos villas de República Dominicana -chicos por un lado, chicas por otro- conviviendo con diez "tentadores" y diez "tentadoras" para demostrar la fortaleza de su amor. Al menos, ese era el planteamiento inicial. Lo que en realidad hemos visto ha sido la descomposición, rápida y dolorosa, de todas esas buenas intenciones iniciales. Muchos concursantes, creyendo que podrían dominar la situación y no midiendo la posible repercusión, se han entregado al programa para generar contenido televisivo de alto voltaje -guion mediante o no- superando así todas las expectativas. Se ha agitado en una coctelera un programa de convivencia al uso y cuernos, muchos cuernos, y el resultado ha sido un rotundo éxito.

Consideraciones morales aparte, el programa ha conseguido traspasar la pantalla y se ha colado en las conversaciones de familias y compañeros de trabajo. El debate sobre el comportamiento de unas y otros -con las chicas desatadas en unas vacaciones salvajes continuas y ellos, en una especie de retiro espiritual a la espera de ver las siguientes imágenes escabrosas de sus novias- ha sido parte fundamental en el éxito del boca a boca y del humor en internet. Igual que lo ha sido la perplejidad del espectador al ver las reacciones de los protagonistas, su manera de gestionar los sentimientos o sus cambios de opinión sobre la infidelidad, sobre todo si esta era propia o ajena. Todo ese material ha permitido al espectador meterse de lleno en las historias, criticar a los protagonistas e incluso identificarse con ellos.

Esta semana ha llegado la hoguera final. A falta de algún reencuentro de los protagonistas, el programa ha obligado a los concursantes a decidirse entre volver solos a España, hacerlo con su pareja o con uno de sus "tentadores".

Estefanía, protagonista absoluta del programa después del grito desgarrador de su novio al verla con otro (sí, el famoso "Estefaníaaa") acabó compuesta y sin novio. Tras el abandono unos días atrás de Christofer -su pareja durante siete años-, Rubén, su tentador, también decidió dejarla plantada. "Eso me pasa por confiar en los hombres", llegó a decir sin ponerse ni colorada.

Algo parecido le pasó a Andrea, pero con final feliz. Se fue con Óscar, con quien había sido infiel a su novio, Ismael, pero no sin antes pedirle explicaciones a este por darse un beso con una de las chicas de la casa. "Me siento decepcionada", llegó a decir. Una escena dantesca que superó los límites de la vergüenza ajena. Sobre todo porque se produjo justo antes de ver el vídeo de su paso por el programa, un bonito resumen en el que se acostaba con su "tentador" en diferentes días y lugares.

Susana y Gonzalo también rompieron, pero en su caso no por las infidelidades. Ella reconoció que ya no estaba enamorada y decidió irse sola. Él no podía ni creérselo. En el caso de Fiama y Álex, la pareja decidió irse junta tras una gran bronca. Que se descubriese que la pareja llevaba un plan para actuar en el programa no sentó muy bien a la canaria, que solo quería irse de una vez para dejar claro que ella "no sabía nada" del montaje. La última pareja vivió el único momento romántico del programa. Adelina y Jose fueron los únicos que se mantuvieron unidos desde el principio y decidieron irse juntos. El guardia civil quiso poner la guinda al pastel y no dudó en hincar la rodilla para pedirle matrimonio. Habrá que esperar para ver si Mónica Naranjo, la presentadora de este festival de los cuernos, tiene más imágenes. Mientras tanto, llega el turno de "Supervivientes".