Fueron blasfemias, pero no delito. Eso defendió ayer el actor Willy Toledo en el juicio en Madrid por sus mensajes en Facebook en los que insultaba a Dios y a la Virgen María. Constituyó un ejercicio de libertad de expresión en un contexto de crítica política y sin intención de ofender a los católicos, explicó.

La acusación, ejercida por Abogados Cristianos, ha destacado que se trata de un ataque a la libertad religiosa por el que pide sea condenado a una multa. Tanto la fiscal como la defensa han pedido la absolución.

El abogado defensor, Endika Zulueta, señaló que las palabras de Toledo "pertenecen a la España oscura. A mí me suena muy mal, pero eso no es delito". Zulueta ha destacado además que conoce a Willy Toledo desde muchos años, en los que incluso han coincidido "en misa".

Toledo, que solo respondió a preguntas de su letrado, aseguró que "no tenía intención ni deseo de ofender a los católicos ni a los musulmanes, ni a los seguidores de la secta del monstruo del espagueti volador". Escribió esos mensajes para expresar su "indignación" sobre hechos de la "actualidad política". En este sentido, en aras a la libertad de expresión, ha calificado de "barbaridad" que se quiera incluir en el Código Penal como delito la apología del franquismo, "porque todos tenemos el derecho a expresarnos libremente. Una cosa es decir 'Viva Franco' y otra ir a matar rojos, pues delinquen los actos, no las palabras". Ha recordado que además siente un "profundo respeto y admiración por católicos como el párroco de Entrevías (un barrio de Madrid)", con el que colabora, que él fue bautizado por el cura de Palomeras y que en todo caso sus críticas van dirigidas a la jerarquía de la Iglesia.

Aunque el actor entiende que sus palabras "pueden ofender a muchas personas", a él también le ofenden "palabras homófobas", pero cree que "no es legítimo perseguir a las personas por sus pensamientos políticos". A Toledo lo acompañaron en el juicio tres familiares, entre ellos su madre, y el artista Abel Azcona.

Por su parte, la abogada Polonia Castellanos, de Abogados Cristianos, asociación que ha llevado la acusación, ha destacado que "el insulto no es necesario" para ejercer la "libertad de expresión". "La libertad de expresión se puede ejercer sin pisotear los derechos de los demás", ha resaltado. Al mismo tiempo, puso de relieve la importancia del caso para que este tipo de "vejaciones terminen".

Previamente, a su llegada a los juzgados, Toledo confesó que va a "seguir diciendo" todo lo que le "salga de las orejas". "Soy ateo y me cago en Dios todos los días cada vez que se me cae un plato en un dedo gordo del pie, como hacemos la mayoría de ciudadanos". A la puerta esperaban al actor una veintena de personas que le han apoyado entre gritos para derogar la "Ley Mordaza" y pancartas que han recordado que "la libertad de expresión no pasa por ir a prisión". También había otro grupo con lazos verdes y pancartas que pedían "respetar la fe".

El vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, líder de Podemos, calificó la vista en su cuenta de Twitter como "un sinsentido. Es indignante que haya corruptos que se van de rositas y que a la vez haya gente que pueda acabar en la cárcel por cagarse en Dios".