El músico Joaquín Sabina recibió ayer el alta hospitalaria y ya se encuentra descansando en su casa tras ser operado de un hematoma intracraneal causado por su caída del escenario durante un concierto en el pabellón deportivo WiZink Center de Madrid el pasado día 12. El cantautor salió del hospital con sombrero, gafas negras, bufanda al cuello y con un pitillo de plástico en los labios.
Joaquín Sabina estuvo once días ingresado en la Clínica Ruber Internacional tras haber sufrido una caída accidental en el recital que ofrecía junto a Joan Manuel Serrat. El cantante presentaba "traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico" y fue intervenido quirúrgicamente para la "realización de evacuación de hematoma intracraneal en hemisferio derecho", según el primer parte médico. El cantautor permaneció seis días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital y pasó a planta el pasado martes, día 18. Ayer recibió el alta médica y pudo regresar a su casa.
Además del hematoma intracraneal por el que fue operado, Sabina sufrió igualmente heridas en el hombro, motivo por el cual el cantautor deberá mantener reposo y necesitará pasar luego un tiempo de rehabilitación.
La caída del escenario tuvo lugar 30 minutos después de comenzar el concierto, cuando Sabina estaba pronunciando unas palabras para presentar la canción "Mediterráneo". En ese momento, tropezó y cayó al foso, por lo que se dio un fuerte golpe al precipitarse a la zona que separa el escenario del público. Inmediatamente, fue atendido por el personal médico del recinto y retirado en una camilla. Sabina se quejaba de un fuerte dolor en el hombro.
Poco después del incidente, el cantautor regresó por un momento al escenario en silla de ruedas acompañado de Joan Manuel Serrat y bromeó con el público diciendo que "estas cosas solo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo". En ese momento el cantante aseguró, para tranquilizar al público, que se encontraba bien, pero que no resultaba prudente seguir con el show y que lo mejor era que fuera al hospital. "Tengo un golpe muy fuerte en el hombro que me duele mucho y hace que tengamos que suspender con todo el dolor", dijo ante el público que había llenado el WiZink Center de Madrid. Mantenido durante la noche en observación, a primera hora de la mañana, y tras realizar nuevas pruebas, el equipo médico decidió intervenir para evacuar un derrame intracraneal.
Durante todo el tiempo que ha permanecido ingresado en la Clínica Ruber Internacional, Joaquín Sabina ha recibido numerosas muestras de afecto y apoyo de sus seguidores y compañeros y ha permanecido acompañado por su familia.
