La actriz británica Helen Mirren puso en pie al público de la Berlinale -en su sesión del viernes- al proclamar su disgusto con el "Brexit" al recoger el "Oso de Oro" de honor que le otorgó este año la Academia del Cine alemán. "Me siento británica pero también muy europea", espetó desde el escenario la artista, conocida por sus desencuentros públicos con el primer ministro británico, Boris Johnson.

En su 70.ª edición, el certamen entregó ayer noche el premio a la mejor película a la iraní "There is no Evil", dirigida por Mohammad Rasoulof, director ausente del festival por imperativo de Teherán, en un nuevo exponente del compromiso político y fílmico del festival.

El jurado estuvo presidido por el actor británico Jeremy Irons. El español Javier Bardem, a concurso, y Helne Mirren fueron los rostros más internacionales que acudieron al festival alemán, además de Johnny Depp y Sigourney Weaver.

El "Oso de Plata" premio especial del jurado fue para el -según la crítica- valiente alegato abortista de la película de Eliza Hittman. El tercer premio en el escalafón fue para el surcoreano Hong Sangsoo.

La Berlinale se comportó un año más como un certamen popular, abierto al público corriente, bastante alejado del estilo que rige en otros galardones europeos como los "César" franceses, los "Goya" españoles o los "BAFTA" del Reino Unido. En las seis sesiones del certamen (son diez en total) se vendieron más de 272.000 localidades, unas 20.000 más que el año anterior.