Anderson, uno de los directores más singulares y apreciados por los cinéfilos en el panorama contemporáneo, pidió al equipo con el que rodó su nuevo filme "The French Dispatch" que vieran cinco películas para inspirarse en el rodaje durante los aplazamientos de otras producciones por la crisis del coronavirus. Las películas recomendadas fueron "My Life to Live" (1962), de Jean-Luc Godard's; "Diabolique" (1955) y "Quay of the Goldsmiths" (1947), de Clouzot; "Le Plaisir" (1954), de Max Ophüls, y "Los 400 golpes" (1959), de François Truffaut.