El chef asturiano José Andrés ilustra la portada de la revista "Time" de abril, un especial llamado "Separados pero no solos" que se centra en los esfuerzos de diferentes figuras por encontrar un "propósito común" para hacer frente a la "amenaza compartida" del COVID-19: en el caso del cocinero, a través de su proyecto World Central Kitchen.

"Andrés da una lección de liderazgo en momento de crisis. En una catástrofe donde la respuesta del Gobierno de EE UU ha sido lenta, confusa e incierta, su cocina es un modelo del comportamiento -ágil, seguro, proactivo- que el público general necesita en una crisis", perfila la revista, que ha seguido al chef en su viaje hacia Oakland (California) para suministrar comidas a los pasajeros del crucero en cuarentena "Grand Princess".

"Esto es como una película, tío. A lo mejor estamos sobrerreaccionando, pero está bien sobrerreaccionar en este caso", ha dicho durante el vuelo Andrés, quien también ha cargado contra el presidente Donald Trump por estar "más preocupado por que Wall Street se hunda que por el virus en sí".

Según explica Andrés, en su misión al crucero "es importante que los alimentos sean cocinados desde fuera del barco" para evitar nuevos contagios. "Jamás hemos tenido ni un caso de cólera; seguimos protocolos muy rigurosos", asegura.

La fundación del chef ha suministrado comida a otro barco con pasajeros infectados, el "Diamond Princess" (Yokohama, Japón), y ha convertido cinco de sus restaurantes en Washington DC en comedores comunitarios, además de hacer lo mismo con otro en Nueva York y distribuir comidas recién hechas a través de 160 puntos situados en las principales ciudades de Estados Unidos.