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Cantante asturiana, llama por teléfono a quien se lo pida durante el confinamiento

Luz Casal: "Es impactante hablar con tanta gente sola y desesperada, me deja conmocionada"

"Estoy segura de que esta experiencia me mejorará como persona y a los demás también porque habremos aprendido lecciones muy importantes"

Luz Casal. En el círculo, durante una de las llamadas.

"Hola a todos, como sé lo importante que es una frase amable, una frase de ánimo, hasta que acabe el confinamiento estaré a vuestra disposición. ¿Cómo? Llamándoos por teléfono".

Así anunció la cantante asturgallega Luz Casal su iniciativa. No canta esta vez, pero su voz conecta con su público con la misma expresividad y carácter. No canta esta vez a grandes audiencias: va de persona en persona, de historia en historia. No pisa esta vez un escenario: confinada en Málaga, ha cambiado el micro por el teléfono móvil y todos los días mantiene una media de sesenta charlas con interlocutores que han pedido a través de las redes sociales de la artista ese momento breve pero intenso. Ella no los conoce, pero se reconoce en ellos: gente que lo está pasando muy mal en estos días en los que el coronavirus ha destronado las salidas, los encuentros, la convivencia colectiva. En un paréntesis, atiende a LA NUEVA ESPAÑA. Lo primero, una referencia a la tierra que la vio crecer:

-¿Qué tal por Asturias, cómo va la cosa? Hay que estar muy alerta, no podemos confiarnos. Este enemigo es muy cabrón. Extiende mi cariño a todos los asturianos...

- ¿Cómo es la vida ahora, sin conciertos, ni estudios, ni...?

-Desde hace cinco días, mi jornada está dedicada prácticamente entera a las llamadas de teléfono, a recibir mensajes... Estoy volcada con esto. Antes, bueno, aprovechaba el tiempo para trabajar, leer, escribir, componer... Pero ahora, y no sé si seguirá con esta intensidad hasta el fin del confinamiento, la entrega es casi completa a esta tarea, por llamarla de alguna manera.

- ¿Cuántas llamadas atiende al día?

-Alrededor de 50 o 60. Y eso, ya te puedes imaginar, te deja conmocionada. Luego añade a las personas que te dan las gracias en Instagram, las que querían hablar conmigo y cuando se las llamó no estaban en ese momento disponibles... Es verdaderamente impactante hablar con tanta gente desesperada, gente que está muy sola. Hay otras personas que, dentro de lo que cabe, lo llevan bien, porque están con sus parejas o sus hijos.

- ¿Muchos testimonios de valor?

-Al final, la gente, cuando las cosas se ponen duras, saca lo mejor de sí misma y encuentra fortaleza donde no había. Eso te deja una cierta tranquilidad.

- ¿Llaman sobre todo admiradores?

-No te puedo decir porcentajes, pero sí llama bastante gente que me escuchaba cuando era pequeña o que fue al último concierto, luego hay también personas muy mayores que solo agradecen que las llames y que cuando nos despedimos a lo mejor te dicen: "Ah, ¿pero tú eres la cantante?", pues sí... No es tanto atender a gente que es fan, porque los que son muy fans no mandan mensajes, ya saben que pueden darme un abrazo, y, en cambio, hablo con gente que no tiene trato conmigo y a lo peor ni les gusto, no sé cómo decirte, no se ha dado esa circunstancia de que me dijeran, "ay, no me gustas nada", pero no tienen por qué seguir mi trayectoria, esto no tiene nada que ver con mi profesión. Somos seres humanos, yo tengo el privilegio de estar bien de salud y, dentro de lo que cabe, llevo bien el confinamiento, y lo que hago es prestar apoyo emocional a gente que está sola.

- ¿Sorprendida de tanta conexión emocional?

-No... A ver, a lo largo de mi vida profesional sé que hay determinadas canciones que han servido para algo, tengo anécdotas emocionantes de personas que estaban en coma y sus familiares les ponían un tema concreto para ver si reaccionaban. Hablamos de un nivel que va más allá del aplauso o el reconocimiento popular o el éxito, hay una parte más profunda en esa relación con el público y que tiene que ver con una determinada frase o una determinada emoción que le llega a las personas.

- ¿Esta experiencia cambiará a Luz Casal?

-Seguro que me mejorará como persona, sin duda alguna.

- ¿Y a los demás?

-Espero y deseo que también. Es más, estoy segura. Habremos aprendido algunas lecciones muy importantes.

- ¿Los políticos están a la altura?

-Como te puedes imaginar, paso. Yo me dedico al individuo.

- ¿Muchas llamadas de Asturias?

-Sí. De Pola de Allande, Gijón, Avilés, Piedras Blancas... Cantidad de llamadas, sí.

- Es más cansado que un concierto maratoniano, imagino...

-Mucho más.

- ¿Servirá de inspiración para futuras letras y músicas?

-No, no, esto es un acto de persona a persona, de individuo a individuo, no tiene nada que ver con mi profesión. No pienso en eso.

- ¿La última llamada que la conmovió?

-No puedo elegir una. Todas y cada una de ellas me impresionan. Sin excepción.

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