No, el Gobierno no ha comprado los test para la detección del COVID-19 a una empresa china en lugar de a la compañía española Genomica, cuya consejera delegada, Rosario de Cospedal, es hermana de la expresidenta del PP, María Dolores de Cospedal. Ese bulo, que desde hace días circula por los grupos de Whatsapp de toda España, ha sido desmentido por los directivos de la propia empresa.

Rosario de Cospedal y los portavoces de la empresa, a través de las redes sociales, han tenido que salir a explicar que toda la producción de la factoría gallega está siendo distribuida entre los hospitales españoles, que reciben pedidos de forma centralizada y que sirven directamente a los centros hospitalarios, y han aclarado que nunca han tenido constancia de haber sido objeto de ningún veto, y mucho menos por el vínculo fraternal de su directora ejecutiva con la expresidenta de Castilla-La Mancha.

De hecho, PharmaMar, la compañía de la que Genomica es filial, ya había dejado constancia el 24 de marzo en su cuenta en Twitter de que los kits de detección del coronavirus COVID-19 que se fabrican en Galicia ya estaban "funcionando en los hospitales de Madrid".

El kit de detección rápida del COVID-19 que fabrica Genomica se distribuye en decenas de países y tiene una fiabilidad de un 98 por ciento. En España, la empresa sirve tanto a centros públicos como privados.

El bulo sobre los test de detección del coronavirus cita a otra empresa española, Certest, con sede en Zaragoza. También en este caso, un portavoz de la compañía ha tenido que desmentir los mensajes que se estaban difundiendo por WhatsApp, explicando que su producto se está vendiendo y se distribuye por hospitales de toda España.