La implantación de la tecnología 5G, que promete revolucionar las comunicaciones con un incremento sustancial de las velocidades de carga y descarga de datos, ha generado controversia desde un primer momento. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, con la implantación de estas redes como caballo de batalla, y las teorías, desmentidas por estudios científicos, de que el 5G provoca cáncer, fueron las primeras polémicas en torno a esta tecnología. Ahora, se ha extendido un bulo, con dos versiones, que conecta el 5G con la pandemia de coronavirus.

En su primera versión, esta fake news vincula directamente la expansión del COVID-19 con la implantación de las redes 5G, que transmitirían la enfermedad. Para ello, fuerzan la coincidencia temporal entre el origen de la pandemia, a finales del año pasado, y un momento de expansión de esta tecnología. Obviamente, este bulo carece de base científica: la transmisión del coronavirus se produce principalmente por vía aérea, a través de las pequeñas gotas que una persona infectada expulsa cuando estornuda, y nunca mediante ondas electromagnéticas.

La otra versión del bulo se conecta con las teorías, desmentidas por los científicos, de que el 5G provoca cáncer. En esta variante, la tecnología no transmite el virus, sino que lo que hace es minar el sistema inmunológico de los individuos, haciéndolos más vulnerables a la infección por COVID-19. No hay evidencias científicas que apoyen la teoría de que el 5G resulta perjudicial para la salud ni que afecten a las defensas de las personas.

La difusión de los bulos que conectan la pandemia de coronavirus con la conectividad 5G coincide además con campañas, de incierto origen, que reclaman que se paralice la implantación de esta tecnología, argumentando sus posibles perjuicios para la salud. Personalidades públicas como Miguel Bosé han suscrito esta campaña en mitad del confinamiento, lo que ha propiciado la difusión de los bulos que conectan 5G y coronavirus.