Feliciano López rompía estos días su silencio revelando que su madre Belén Díaz-Guerra, enfermera de profesión y que se ha contagiado del COVID-19 en su puesto de trabajo en Toledo.

El propio Feli declaraba: "Está muy recuperada, está bien" y que ha pasado en casa.

"Mi madre, enfermera de profesión, que ha superado el Covid-19, gracias a Dios, está deseando volver a su trabajo porque dice que ella ha escogido esa profesión y hacen falta muchas manos en estos momentos en su hospital", comentaba Feliciano en una carta desde el periódico ABC.

Pero no todo ha sido fácil dentro de los López Díaz-Guerra. Y es que Feliciano se preocupó de su madre desde el principio: "Yo al principio fui pesimista y pensé que se iba a contagiar a la larga y al final llegó".

El marido de Sandra Gago explicaba en 'Espejo Público': "Al final sucedió y me puse en la peor situación de que sería positiva". Como muchísimas personas la madre de Feliciano no fue una privilegiada en saber su estado y si tenía coronavirus: "Tardaron mucho en darle los resultados".

Muy precavida y sabiendo cuál es su profesión, Belén Díaz-Guerra tomaba precauciones: "Ella está con mi padre y tomó medidas de no dormir juntos, de tener habitaciones separadas, de comer a horas distintas".

"Ya se acercan a ser personas de riesgo. Y ahora ya ha dado negativo y comienza a trabajar", comentaba el tenista.

Feliciano tiene a su madre siempre presente, tanto a ella como las grandes enseñanzas que le ha dejado que le han servido para ser quién es: "Cuando empecé a competir y perdía un partido, la decepción era tremenda y ella muchas veces me decía: 'Hijo, es un partido de tenis, los dramas de verdad son los que veo yo en el hospital'. ¡Gracias, mamá, por abrirme un poco los ojos! Confieso que en las derrotas más duras esas palabras me han ayudado a relativizar lo que significa perder un partido".

Feliciano ha estoa preocupado y temió lo peor por su madre en todos los sentidos como ha declardo él mismo: "Me puse en lo peor". Por suerte ahora ya están todos tranquilos, y su madre de nuevo en primera línea ayudando a todos los pacientes que pasen por sus manos y las de sus compañeros.