El matemático Frodo Álvarez (Alfredo Álvarez, Oviedo, 1977) pinta con bengalas, velas, mecheros, linternas, láseres, flashes, pirotecnia, iPads, drones...
-Me apasiona, aunque el light painting no despuntó como debería y aún no se conoce su potencial.
- ¿Cómo se hace?
-Creamos en ambiente oscuro. Movemos una fuente de luz en el aire y, normalmente, lo registramos con una cámara en exposición, de noche. La foto es un lienzo en negro, donde decidimos qué iluminamos o pintamos con luz. La foto es muy importante en el light painting, pero el light painting no es fotografía.
- Llegó a esto a los 31 años.
-En casa proyectábamos diapositivas, había cámaras digitales que llevaba a los conciertos y me atraía el grafiti desde que iba al instituto.
- Tenía inquietudes.
-Sí. La música marcó mi vida, mis amistades y mis viajes. En 2003 creamos la asociación cultural Solokolo (Solo conciertos locales). En 2005 me junté con gente de La Felguera que tenía el sello "Three points records", enfocado al hardcore, metal y hip hop. Hicimos festivales, organizamos el "Finde terrible" que pintó el pasadizo que cruza bajo la Ronda Sur de Oviedo por San Lázaro. Tuve un grupo de rap, "La Perdición", de 2003 a 2006, con un amigo y componentes de "Lego my ego" que hacían hip hop instrumental.
- Hasta que en 2009 leyó el artículo "Grafitis de luz" en la revista 'Muy Interesante'.
-Y me dije: "Tengo que probarlo". Un año antes, en un fin de semana en Picos de Europa, ya habíamos estado divirtiéndonos con la cámara, el mechero y la linterna. Lo relacioné todo, entré en internet, vi cómo funcionaba y empecé.
- ¿Sabía quién más lo hacía?
-En España nadie más, aunque ese año aparecieron "Iris", de Albacete y "El Niño de las luces", de Murcia. Man Ray y Picasso habían hecho cosas, pero lo que es hoy el light painting lo disparó la foto digital, que enseña el resultado inmediato y puedes corregir hasta lograr lo que quieres.
- Formó "Children of Darklight".
-Yo era el light painter flipado y arrastraba a los amigos conmigo. Dos eran fotógrafos, otro grafitero, a otro le gustaba la pirotecnia.
- Ahora es su marca y ChildrenOfDarklightTV, su canal en Youtube.
-La gente se fue descolgando, pero no lo hago todo, por eso mantengo la firma del colectivo.
- Usted es lo que no quieren las madres: el que lía a sus hijos para hacer cosas raras de noche.
-Algún amigo me comentó que el primer día que lo llevé de noche a una fábrica abandonada iba flipando... que porque era colega de colega de colega que si no...
- ¿Qué tal se vive de esto?
-Sobrevivo desde 2015. Los eventos están bien pagados, pero hay pocos y el coronavirus los ha tumbado. Hago todo, las creaciones, lo comercial, el marketing digital, gestiono las redes sociales, contesto correos electrónicos de clientes... Creo en su futuro en la publicidad, porque capta la atención de la gente. El producto es artístico, muy artesanal y en escena.
- ¿Dónde confinó?
-Buff, fue una aventura. Había ido con Patry, mi chica, una semana de descanso a Tenerife antes de una boda en la que trabajaba. Empezó la alerta y fuimos a una casa de José Moroño, un colega del light, en Gran Canaria. Teníamos que abandonar la casa en Madrid y la casera nos dio un tiempo, pero se alargó tanto que regresamos el 14 de abril para la mudanza.
-El lema era quédate en casa.
-Tuvimos un permiso "por causa mayor". Hicimos la mudanza nosotros, con un coche. Nos paraba la Policía en cada viaje. Ahora estamos en un espacio estupendo y muy creativo con Sfhir, grafitero y escultor, con el que hice un vídeo.
- ¿De qué vive ahora?
-He perdido todas mis previsiones. Tengo la ayuda de autónomos, valoro Patreon y un programa de compra de arte de la Comunidad de Madrid. Sigo moviendo mis sesiones en eventos no multitudinarios, voy a empezar la venta de herramientas de light painting, como un escáner para iluminar retratos con Edu Cajigal; voy a ser embajador de España de una espada de luz de una firma china, tengo unos tutoriales de pago en Youtube, participo en una animación de United.bylight en Instagram... Tengo que estar siempre activo.
- Usted es matemático. ¿Cómo llegó a las matemáticas?
-Me gustaban y se me daban bien. Dudé entre Informática, Física o Ingeniería Química y decidí Matemáticas porque mi madre, María Ángeles Alonso, era profesora de Matemáticas en el Instituto Aramo y me ayudaba. Me licencié y me desencanté porque lo que menos veía eran números.
Su padre, Baldomero Francisco Álvarez, estaba en el departamento de orientación del Instituto de la Ería y su hermano pequeño, Vicente, tiene el taller mecánico Puente Nora en La Corredoria...
-Mis tres sobrinos son la alegría de mi vida y futuros light painters: Sara, 10 años; Julia, 6 y Javi, 2. Siempre quise tener hijos, pero no llegaba el momento porque quería hacer otras cosas. Mi hermano suplió mi necesidad de niños alrededor y tengo la parte buena: ser tío.
- Usted fue programador informático durante nueve años.
-Sí. Al acabar Matemáticas hice un máster de desarrollo web en Capgemini en La Felguera. Eran los tiempos de "Asturies o trabayes" y me sentía muy afortunado porque trabajaba a 10 minutos de casa, con buenos horarios y buenos compañeros, pero mi vida empezaba cuando salía de trabajar y el light painting me hacía feliz.
- Y dejó el trabajo.
-En casa no entendían que dejara un trabajo indefinido por algo que ni siquiera era un trabajo, pero en seguida me apoyaron.
- Ahora ya trabaja fuera.
-En enero de 2017 fui a hacer un trabajo en Madrid y me reencontré con Patry Díez, a la que conocí hace 20 años en un concierto y mantuvimos una amistad ocasional, por redes sociales. Es diseñadora de vestuario escénico y desde hace 3 años es mi modelo y estilista. Tenemos un show en directo que hicimos en "Got Talent". Es mi musa. En Madrid hay más trabajo y mejor salida para los viajes, pero el 80% de mi trabajo es en el ordenador.
- ¿Aún le hace feliz su curro?
-Sí. No quería coger asco al light painting y equilibro los trabajos artísticos y los de comer para que no me pase como a los fotógrafos que, a costa de hacer bodas, bautizos y comuniones, acaban sin querer saber de la cámara.
- ¿Adónde le llevó su arte?
-A China, Roma, París, Alemania, Las Vegas, Los Ángeles, Kuwait, Catar, Arabia, Marruecos, Finlandia, Portugal. El cuerpo me pide viajar, crear, conocer gente. Me siento muy joven. En la carrera tuve compañeros de mi edad que eran señores mayores.
