Con lágrimas en los ojos, su presentadora, la asturiana Lara Álvarez, despedía el programa desde Honduras en una palapa que no apagó sus luces: "La vamos a dejar iluminada y llena de vida, esa vida que pronto vamos a recuperar. Esto va a pasar y seguro que vamos a salir más fortalecidos con todo lo que hemos aprendido. Nos queremos más que nunca. Compañeros, volvemos a casa. Ha llegado el momento de luchar con ellos".