La modelo Naomi Campbell llega a los 50 años con un acreditado currículo de escándalos y polémicas -"Sí, reconozco que a veces tengo un pronto difícil", ha llegado a decir en alguna ocasión-, pero también convertida en todo un icono, primero de la belleza y el exotismo, que explotó en los años ochenta, y después de una lucha tenaz por la visibilidad de las personas negras, por la que también ha sido premiada en más de una ocasión. En 1988 fue portada de la edición francesa de la revista "Vogue", la primera modelo negra en hacerlo.

Una imagen suya de hace unos meses, antes de que el alud de la pandemia se desatara en Occidente, equipada con un mono blanco, mascarilla y guantes y tirando de su maleta de ruedas por la terminal de un aeropuerto, dio la vuelta al mundo. Muchos la tacharon entonces de exagerada. Al final resultó ser precavida.

La Campbell se instala en los 50 bajo el signo de la pandemia sin una gran celebración. Seguro que ayer recibió un montón de llamadas de amigos del firmamento de la moda, como Donatella Versace, y de muchos de los fotógrafos que la han ayudado a ser quien es, como Mario Testino.

Hace un tiempo de todas formas que dio un giro a su vida profesional. La modelo inaccesible, caprichosa y diva, la que fuera catalogada como la diosa de ébano allá por los ochenta, abrió una ventana a su día a día con su propio canal de Youtube, en el que muestra desde el arte africano hasta sus rutinas y cuidados de belleza o su alimentación, más bien escasa, todo hay que decirlo.

La mujer de rompe y rasga, la rebelde que abrió camino a las modelos negras en las pasarelas, que no se cansó de denunciar situaciones racistas cada vez que tuvo un altavoz y seguridad para hacerlo, sigue en activo cuando otras muchas de su generación a las que las revistas convirtieron en iconos tienen que contentarse con ver las portadas que protagonizaron en los álbumes de fotos familiares. Quiere seguir al pie del cañón, como contaba recientemente. De hecho, entre otras, ahora protagoniza la campaña de relojes de Chanel. Y en estos últimos años se ha subido a la pasarela en alguna ocasión especial, ella que ha desfilado para todas las marcas de lujo.

Campbell nació en 1970 en Streatham, al sur de Londres, donde se crio con sus tías y abuelas mientras su madre, jamaicana y bailarina de profesión, recorría Europa haciendo giras. Podría decirse que su andadura profesional comenzó cuando tenía tan solo 10 años, cuando apareció en el videoclip "Is this love" de Bob Marley. Con 15 ya era una joven promesa para el mundo de la moda.

Igual que portadas, Campbell ha dado titulares escandalosos. Llegó a estar en busca y captura tras atacar por la espalda al conductor que la llevaba en su vehículo y después darse a la fuga. Fue condenada a trabajos comunitarios por agredir a su agente personal y más adelante a su ama de llaves, hubo un tiempo en que abusó de las drogas... Novios tampoco le han faltado, desde el bailaor Joaquín Cortés, con quien se relacionó allá por los noventa, hasta el actor Leonardo DiCaprio, el boxeador Mike Tyson, Adam Clayton -componente del grupo musical "U2"-, el jeque Badr Jafar, el magnate de la Fórmula 1 Flavio Briatore y el actor Robert de Niro.

Han pasado siete años desde que Campbell pusiera punto y final a su relación con el empresario ruso Vladislav Doronin. Desde entonces se la ha relacionado con el actor Michael Fassbender o con el dueño de la tabacalera Philip Morris International, dos relaciones nunca confirmadas. En los últimos años, la "top" reconoció su relación con el rapero británico Skepta, y en 2019 sonaron con fuerza los rumores de romance con el joven componente del grupo "One Direction" Liam Payne, 25 años más joven que ella.