La primera misión espacial de la compañía aeronáutica SpaceX, con una nave en la que viajan dos astronautas de la NASA (Agencia Aeronáutica y Espacial de los Estados Unidos), despegó ayer desde Cabo Cañaveral, en Florida, en el primer vuelo comercial a la Estación Espacial Internacional. El lanzamiento estaba previsto el pasado miércoles y fue cancelado por el mal tiempo. Ayer a las 15.22 hora local -las 21.22 en España- el cohete de la compañía de Elon Musk despegó desde el Centro Espacial Kennedy bajo la mirada del presidente Donald Trump.

A bordo de la cápsula Crew Dragon (Dragón Tripulado) viajan Doug Hurley y Bob Benhken, los dos astronautas, que ya habían participado en las misiones de los transbordadores canceladas por la NASA después del viaje del Atlantis en 2011. "Es un absoluto honor para nosotros formar parte de este gran esfuerzo para volver a poner a Estados Unidos en el mercado de los lanzamientos espaciales", dijo Behnken unos minutos antes de despegar.

Debido a las previsiones meteorológicas la incógnita del lanzamiento se mantuvo durante todo el día, con un 50 por ciento de probabilidades de que hubiera que posponerlo hasta hoy. Tan solo siete minutos antes de que finalizara la cuenta atrás se dio la definitiva luz verde para el despegue, tras la última actualización meteorológica. El ascenso, que duró un total de nueve minutos, se produjo sin complicaciones hasta los 200 kilómetros de altura cuando los propulsores de la nave entraron en funcionamiento. Doce minutos después del despegue, la cápsula Crew Dragon se separó completamente de la segunda parte del Falcon 9 y puso rumbo a la Estación Espacial Internacional, dónde los astronautas pasarán entre seis y 16 semanas realizando investigaciones técnicas y científicas antes de volver a la Tierra. Una vez que los astronautas vuelvan a la Tierra, el próximo lanzamiento está planificado para el 30 de agosto, cuando comenzarían las misiones operacionales de la NASA con ayuda de la compañía SpaceX.

El ingeniero aeroespacial Alejandro Rivera, nacido en Gijón, trabaja en la NASA, en el Telescopio Espacial James Webb (JWST), que, según indica, "es en estos momentos la misión más importante de la NASA y se va a lanzar en el 2021". Sobre la misión Crew Dragon Demo-2, Rivera explica que "de tener éxito sería el primer vuelo orbital tripulado lanzado por Estados Unidos desde el último vuelo del transbordador espacial en el 2011". "Desde entonces hemos estado dependiendo de un rival geopolítico como Rusia para mandar astronautas a la estación espacial internacional, comprando asientos en los vuelos Soyuz rusos", explica el asturiano, nacionalizado estadounidense.

Además, Rivera explica que es "la primera vez que una compañía privada y no una agencia gubernamental manda al espacio astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional, lo cual ha sido una meta de la NASA durante los últimos ocho años y representa un cambio fundamental en la filosofía de exploración espacial" de la agencia estadounidense.

"El ver de nuevo astronautas de la NASA viajando al espacio desde los Estados Unidos en cohetes americanos es un motivo de orgullo y bueno para la moral de los americanos. La NASA y el espacio en general es algo que siempre nos ha unido, pues es un símbolo de lo que América es capaz de hacer", afirma. "Si esta misión tiene éxito se cambiaría la forma en que el vemos los viajes tripulados al espacio", sostiene, y añade que el desarrollo de las compañía aeronáuticas privadas hará "posible que en el futuro ir al espacio sea como volar de Madrid a Washington DC".