La Torre de Pisa, uno de los monumentos más visitados de Italia y del mundo, reabrió ayer después de casi tres meses de cierre por la pandemia de coronavirus.

Al icónico monumento pueden acceder sólo 15 personas simultáneamente y deben ir equipadas con un dispositivo que ya ha sido adoptado en otros monumentos para garantizar la distancia de seguridad de un metro entre los visitantes, que suena, vibra y se ilumina si se supera la distancia.

Ayer los dos primeros visitantes de la Torre fueron un hombre y su hija de diez años.