En el año 2016, la pareja de película Angelina Jolie y Brad Pitt se rompió. Cuatro años después, la protagonista de "Lara Croft: Tomb Raider" y directora ha roto su silencio en una entrevista para "Le Figaro" y ha explicado cómo vivió aquella trágica situación: "Fue un momento complicado, no reconocía en lo que me había convertido, era más pequeña, como insignificante. Sentí una tristeza profunda y real, estaba herida".

Sin embargo, también sacó algo bueno de aquella dura etapa: "Por otro lado, fue interesante volver a conectar con esta humildad e incluso esa insignificancia que sentí", ha explicado, a la vez que recordaba que la ruptura sentimental con su marido vino acompañada de otros problemas: "Además de todo esto tuve algunos problemas de salud. Todas estas cosas te recuerdan la suerte que tienes de estar viva. Esta es otra lección más para transmitir a mis hijos: la idea de renovación y, sobre todo, un posible regreso a la alegría de vivir. Tengo que redescubrir la alegría", ha afirmado en la entrevista.

Jolie ha confesado que su papel como madre siempre ha estado por encima de todo: "Ese, sin duda, prevalece sobre todo. Por la mañana, me despierto mamá. Hoy, mañana, otra vez y para siempre, porque una vez que te conviertes en progenitor perteneces a otros seres, ya no te perteneces por completo. Toda mi vida y mis elecciones condicionan la vida de mis hijos. Sus necesidades y prioridades son mi prioridad, y estoy muy atenta a cualquier cosa que pueda influir o perjudicarlos. Por lo tanto, soy madre continuamente, y solo cuando están en la escuela puedo comenzar mi trabajo humanitario y político. Llamo a mi oficina, escribo editoriales para la revista 'Time'... Una vez que todo esto termine, finalmente podré dedicarme al cine", confiesa.

La actriz siempre se ha volcado en proyectos humanitarios y nunca ha tenido miedo a involucrarse en proyectos en los que creía: "Siempre busco la libertad, y si a veces puedo parecer atrevida, es porque realmente no elijo la prudencia o la moderación. Tengo una casa en el fondo de la selva, y nunca me he negado a ir a un territorio en conflicto. Trabajo en la ONU, colaboro con el Ejército, me esfuerzo por vivir experiencias que considero necesarias para mi construcción como ser humano. Me obligo a hacer cosas que me intimidan y que a veces me asustan".