O jugando al despiste o despiste total. Una de las dos actitudes se le pueden achacar a Amelia Bono la hija del exministro socialista José Bono, en la promoción en Instagram de su reciente viaje vacacional a Asturias.

La celebrity, con dedicación al mundo de la moda, la publicidad y a su amplia familia -es madre de cuatro hijos, fruto de su matrimonio con Manuel Martos, hijo de Raphael- tiene una amplia cohorte de seguidores en Instagram, la red social donde Amelia Bono da buena cuenta de sus andanzas y, sobre todo, de sus estilismos allá donde va, que es por lo que más le suelen preguntar sus fieles.

El caso es que hace sólo unos días contaba en varias de sus historias de instagram que había pasado unas jornadas felices en Asturias. No escatimaba frases efusivas, del tipo "Viva el norte", "Me quedaba a vivir aquí para siempre", unidas a vídeos y fotografías en las que posaba en diversos puntos del Principado. Cudillero, el más reconocible, o la playa de Los Quebrantos, en Soto del Barco, con su larguísimo arenal de fondo.

Y en estas llegó el despiste. Porque en una de sus poses playeras, con poco más que unas barandillas blancas asomando a su espalda, Amelia Bono fue interrogada por el lugar en el que estaba. Y su contestación fue: "Salinas".

Pero no, ni la barandilla ni el horizonte le corresponden a una de las localidades más turísticas del Principado. Por contra, el paisaje no deja dudas de que se corresponde con el Muro de San Lorenzo, la playa de Gijón y, al fondo, el cabo de San Lorenzo. No faltó quien se lo reprochó rápido en las redes. Y de ahí la duda. Lo más fácil es que haya querido reservarse algún secreto del verano familiar, aunque no contó con que su lapsus iba a ser más que evidente.