Dicen los expertos que lo mejor que se puede hacer en tiempos de incertidumbre económica es invertir en ladrillo. Jennifer Lopez (51 años) y su novio, Álex Rodríguez (45), han hecho caso y han invertido 40 millones de dólares (33,6 millones de euros) en una nueva casa en Miami.

La propiedad no es cualquier cosa. Está situada en la exclusiva Star Island -esa isla frente a la que los cruceros turísticos señalan como solo para los muy ricos y muy famosos-, entre palmeras y abierta a una despampanante piscina que acaba desbordándose con vistas al mar. Son nada menos que 3.700 metros cuadrados con un amarre privado, como la mayoría en la zona.

Según las descripciones de la inmobiliaria, la mansión, de estilo mediterráneo, cuenta con diez habitaciones, diez baños, un ascensor, una cocina de estilo industrial, una espectacular biblioteca y una bodega con sala de vinos. En el exterior se halla la piscina en forma de cruz, un jacuzzi, una zona de bar y una casa de invitados adyacente con dos dormitorios, dos baños, dos salas y un lavadero.

Con grandes ventanales que le dan un aire de cierta modernidad, está decorada muy al gusto de los multimillonarios estadounidenses: muebles recargados, inmensos sillones de terciopelo, lámparas de cristal, paneles de caoba en las paredes, suelos de mármol e incluso chimeneas.

La de Star Island no es la única propiedad que la pareja Lopez-Rodríguez ha adquirido recientemente. Hace unas semanas, ampliaron su parque de viviendas con la compra de una casa en Encino, en el Valle de San Fernando de Los Ángeles, por un millón y medio de dólares (1,27 millones de euros). De apenas 210 metros cuadrados, la casa, de líneas claras y diáfana, está distribuida en una sola planta en la que destaca su salón comedor, con lo que es una de sus viviendas más austeras.

De momento, Jennifer y Álex no han confirmado si van a trasladarse a su nueva mansión. La cantante y el exdeportista ya poseen otra espectacular casa en Bel Air y la mencionada de Encino, ambas en Los Ángeles, y propiedades en Los Hamptons y Coral Gables. Además, Rodríguez sigue teniendo una vivienda en Miami, por lo que la compra puede ser una simple inversión económica, con la idea de venderla más adelante con el precio revalorizado.