Les unen el amor a la música y los excesos. El actor Johnny Depp presentó ayer en el Festival de Cine de San Sebastián la historia de su amigo Shane MacGowan, alma de la irreverente banda irlandesa de punk-folk "The Pogues" y protagonista del documental "Crock of gold". El filme, producido por el actor norteamericano, compite en la sección oficial del certamen.

Simpático y amable pero acumulando horas de retraso en sus comparecencias ante la prensa, Depp acompañó en San Sebastián a Julien Temple, director del documental y retratista de la escena punk londinense de los 70 y 80. "Mucha gente ha intentado retratar a Shane pero se han limitado a contar lo mucho que se colocaba en los conciertos o los dientes que le faltaban, pero no han llegado a su esencia", aseguró Depp.

El actor que ha dado vida a Jack Sparrow o a Eduardo Manostijeras dijo sentirse en parte identificado con el músico, "una persona hipersensible que aprendió desde muy joven cómo insensibilizarse", en referencia al alcohol al que empezó a aficionarse a los tiernos 6 años de edad. "Luego te viene la celebridad y la fama y si eres una persona introvertida toda esa atención del exterior hace que te repliegues aún más; él se sentía incómodo con esa atención, como me pasa a mí", afirmó Depp. "Crock of gold" combina imágenes de archivo, animaciones y testimonios del propio MacGowan y de las personas de su entorno para contar su historia, desde su infancia en una granja irlandesa hasta que emigró a Londres y el descubrimiento de los "Sex Pistols" le cambió la vida.

Al margen de la película y preguntado por su posición política, Johnny Depp dio una respuesta muy punk. "Me da por c... la política. La gente tiene pánico, se le está alimentando con miedo", afirmó. Y en alusión a Donald Trump, señaló: "No creo que sea la persona adecuada para conseguir quitar ese miedo. Seguro que sí es capaz de ir al cuarto de baño solo, eso sí".

Entre las películas que se presentaron ayer en San Sebastián fuera de concurso destacó la española "El verano que vivimos", un drama romántico en la Andalucía de 1958 dirigido por Carlos Sedes. Blanca Suárez, vértice del triángulo amoroso que forma junto con los actores Javier Rey y Pablo Molinero, aseguró ayer que se ve "absolutamente" en el centro de una historia de amor que perdure cuarenta años, como la que vive su personaje. "El amor es de las pocas cosas atemporales que existen en el universo", aseguró después de posar con sus compañeros de reparto, entre los que también destacan Guiomar Puerta y María Pedraza. Con ellos estaba Alejandro Sanz, como compositor e intérprete de la canción "El verano que vivimos", una experiencia nueva que ha disfrutado muchísimo y que estaría dispuesto a llevar más lejos, tal vez, dijo, si recibe una "buena propuesta", hasta hacer películas. "¿Por qué no?", dijo el cantante.