El actor Daniel Grao (Sabadell, Barcelona, 1976) será, desde el próximo domingo, el ingeniero británico Alan Turing, el creador del ordenador, en el espectáculo "La máquina de Turing", cuyo estreno en España acoge el Centro Niemeyer a las 19.00 horas. Esta obra, de Producciones Teatrales Contemporáneas y del propio Grao, devuelve el teatro al complejo cultural de la ría ahora, en pleno estado de alerta naranja, siete meses después del cierre por la pandemia. Grao conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.
- ¿Qué es lo mejor de "La máquina Turing"?
-Que me dirija Claudio Tolcachir. Eso lo primero. Lo segundo, el personaje. Prefiero los personajes que me dan miedo, los que no sé cómo componer. Y eso le pasa a Turing. Fue un reto: me acojoné un poco. Y eso fue buena señal.
- Era un tipo difícil.
-Imagínese: quien descifró la máquina Enigma, el que creó el ordenador, un héroe que hizo que la Segunda Guerra Mundial terminase antes y que vencieran los aliados. Un visionario de gran inteligencia, pero con todas las dificultades en el tú a tú: tartamudo, Asperger que termina siendo castrado y abandonado por su país. Turing tuvo la mente más maravillosa del mundo.
- ¿Un biopic?
-Hemos huido de ello. Carlos Serrano, que hace más de un papel, y yo nos dirigimos al público directamente. Vamos adelante y atrás en la vida del ingeniero con el fin de que, al final, se pueda organizar su paso por el mundo.
- La última vez que estuvo en Avilés fue con "Ilusiones", de Miguel del Arco.
-Eso es cierto. La primera fue con "La avería", de Blanca Portillo, luego, con "Emilia", de Tolcachir. No me considero encasillado: he hecho buenos y malos, feos y guapos. Lo que quiero es que el siguiente personaje no tenga que ver con el anterior.
- Su relación con el teatro es tardía.
-Es que empecé en la tele y luego llegó el teatro. Me estrené con la Portillo, a la que había conocido cuando trabajamos en "Acusados". Vivo el teatro como una delicatessen: me han dirigido Del Arco, Messiez, Tolcachir, la Portillo.
- Pensaba que vivíamos tiempos salvajes para hacer teatro.
-Y si encima participas un poco en la producción... El teatro es un trabajo vocacional que saca de ti todas las pasiones. El teatro sigue siendo seguro: lo digo como espectador y como actor.
- Fueron los primeros en cerrar.
-Vivimos órdenes absurdas: en los aeropuertos no dejan de decir por la megafonía que guardemos la distancia y cuando subes al avión estamos los unos pegados a los otros. El teatro siempre ha estado en el abismo, pero hemos aprendido muy pronto a hacerlo todo bien.
- Tiene una película en cartera.
-"El año de la furia", una producción uruguaya que hice justo después de "HIT", la serie de La 1. Una historia en la que doy vida a un torturador que a la vez se siente torturado. La pandemia retrasó el estreno a primavera.
