Kamala Harris será nombrada vicepresidenta de Estados Unidos de aquí pocos días, pero desde el lunes de lo que más se habla es de su imagen en la portada para la edición del mes de febrero de “Vogue USA”. En la instantánea para la célebre revista, Harris, de 56 años, posa sonriente con traje pantalón, jersey, collar a modo de gargantilla y deportivas Converse frente a unas cortinas rosas y verdes (los colores de Alpha Kappa Alpha, la hermandad de mujeres a la que perteneció cuando estudiaba en la Universidad de Howard). Un posado que está siendo muy criticado en Internet, pues muchos usuarios opinan que además de aclararle la piel, su estilo es lamentable: “Demasiado casual”, de andar por casa, poco favorecedor y que sin duda no se ajusta al que tendría que ser el de la primera mujer vicepresidenta de EE UU. “La vicepresidenta electa Kamala Harris está ‘extremadamente decepcionada’ con su portada en la revista Vogue que ha sido duramente criticada, pero aún espera que sirva como una señal de que ‘los sueños se pueden lograr’”, ha revelado una fuente a la edición digital de “Daily Mail”.