Tan solo hace una semana que trascendió que a Isabel Díaz Ayuso se le había roto el amor por Jairo Alonso, el estilista con el que ha compartido su vida y su vivienda desde 2016, tras divorciarse de su (misterioso) primer y único marido, pero la presidenta de la Comunidad de Madrid vuelve a ser noticia y portada. En este caso del número de febrero de la edición española de la revista “Vanity Fair”.

Vestida de Alexander McQueen por MyTheresa y salones de Mascaró, Ayuso responde a cuestiones de su vida pública, en la política, pero también a cuestiones privadas. Sobre su no muy buena relación con la prensa, la política, de 42 años, opina que ha tenido “muchísimas campañas de descrédito”. Según ella, no ha sido aceptada “como político”. “Han minusvalorado mi currículum. Siempre me intentan emparentar con alguien: que si soy hija política de Esperanza Aguirre, cuando no de Aznar, cuando no de Miguel Ángel Rodríguez. En realidad soy una mujer independiente y tengo mi criterio. Llevo las riendas de mi vida. Siempre”.

Otro tema que la persigue es su gestión en estos meses de pandemia, “el momento más duro de la democracia”. A su juicio, “hemos hecho lo que hemos podido”, sostiene. “Siempre piensas que se podría haber hecho más... pero cuando repaso la lista de cosas, creo que se ha realizado una gestión mucho mejor de lo que los ciudadanos pueden ver porque las campañas en contra han sido insólitas. Insisto: abrir un hospital público nunca puede ser una mala noticia y sin embargo llevamos dos meses defendiéndolo”, recalca en la revista.

Díaz Ayuso recuerda que no es ninguna advenediza, pues lleva 16 años en política. “Existe una nueva hornada de políticos. Pero creo que ha habido ascensos muchísimo más llamativos que el mío, como el del presidente del Gobierno, el Vicepresidente o la ministra de Igualdad”.

En diciembre, cuando fue entrevistada por su vida personal y por el peluquero Jairo Alonso, entonces su pareja, explicó sucintamente que se conocían “de adolescentes, de salir y verlo por ahí”. Admite durante la entrevista que no le gusta hablar “del mundo sentimental”. “Nunca lo he hecho. Me he definido siempre como una mujer muy independiente que ha salido adelante por sí misma. No tengo hijos. Me gustaría, pero por ahora no he podido”, reconoce la presidenta, que “antes corría mucho. Diez kilómetros diarios. Hubo una época que incluso corría medias maratones. No creáis que las acabé con dignidad. Primero llegaba el cuerpo y luego el alma”.