El regreso del concurso “El precio justo” saca la vena nostálgica de la gijonesa Beatriz Rico, una de las azafatas que acompañaban al mítico Joaquín Prat y su “¡a jugaaaaar!”. Rico aprovechó la llegada de la nueva edición para compartir en redes sociales su experiencia, “una de las mejores épocas de mi vida: fue mi primer trabajo en televisión, tuve la suerte de aprender humildad y profesionalidad viendo cómo lo hacía Joaquín Prat y me hice unas amigas que me duran hasta hoy”.

Recuerda Rico a aquella “chica de provincias que llega a Madrid con una maleta y un sueño desde Gijón, y al año de estar en la capital... ¡Bum! La cogen para estar en el programa más visto: 17 millones de personas nos veían cada lunes”. De las muchas anécdotas de aquellos tiempos tan felices rescata dos: “El día del casting me abre la puerta una chica ‘lo siento, llevamos semanas, ya tenemos a las finalistas’. Y cuando va a cerrar la puerta, puse el pie “disculpa, ¿no está Joaquín?’ No sé de dónde saqué el valor para poner cara de enchufada o amiga de él. Me hicieron pasar, y a los pocos minutos aparece Joaquín Prat, casi me desmayo. ‘Por favor, que no me echen: sólo quiero que veas mi book’. Entre los nervios y la vergüenza estaba al borde de las lágrimas. Le hizo gracia, se llevó mi book para que lo viera el realizador y a los pocos minutos entró la chica de la puerta ‘mañana a las 9 horas en Prado del Rey, sin maquillar. Sois 10 y de ahí saldréis 6’”.

Al lado se grababa “Rockopop”. Un día bajó las escaleras corriendo a la máquina de café y, “acelerada como iba, al girar para subir de nuevo no vi a un señor que bajaba, y le tiré medio café en el chaleco. No sabía cómo disculparme, aquello quemaba como el demonio, cuando una voz ronca, pausada, inconfundible me dice “it’s ok”. Me temí lo mejor... levanté la cara y era... Joe Cocker!!!!”.