La reciente visita de Jesús Janeiro y María José Campanario a su hija Julia aprovechando su estancia en Madrid para grabar 'El Desafío' - donde la joven reside con su novio, Brayan Mejía, en un piso propiedad del de Ubrique a las afueras de la capital - ha hecho que Belén Esteban vuelva por sus fueros y, dejando de lado la cordialidad aparente que mantenía con el torero en los últimos tiempos, haya estallado como hacía tiempo que no la veíamos.

Muy enfadada, la colaboradora reprochaba a su ex el agravio comparativo que hace entre sus dos hijas, ya que cree que si ha "puesto un piso" a Julia, debería haber hecho lo mismo con Andrea y ponerle otro. Algo que, a todas luces no ha hecho pero, como afirmaba Belén en el 'Deluxe', "no pasa nada" porque ya está más que acostumbrada a los feos del torero que, visto el enfado de la de San Blas, tampoco debió avisar a su primogénita de su estancia en Madrid; algo que, sin embargo, sí hizo con la hija que tiene con María José Campanario, a quien visita siempre que tiene ocasión.

Al margen de los reproches de Belén, Jesulín ha regresado a la capital para retomar las grabaciones de su nuevo proyecto televisivo y, como no podía ser de otra manera, lo ha hecho con María José, que como desvela la revista Semana, se prepara para demostrar sus habilidades en el mismo programa en el que participa su marido.

Cojeando visiblemente tras una intensa jornada de grabación, Jesús ha evitado responder a las últimas declaraciones de su ex y, muy sonriente, ha salido por la tangente cuando le hemos comentado el reproche de que si le ha puesto un piso a Julia también debería hacerlo con Andrea. "Ay con el dolor que tengo yo aquí ahora, ojú, qué golpe me he dado", exclamaba muy sonriente el de Ubrique en respuesta a la petición pública de Belén.

Confesando que esta inoportuna lesión no le iba a impedir continuar con su reto televisivo y apoyado en todo momento por María José Campanario, muy juvenil con unas trenzas, Jesulín ha dado carpetazo a los reproches de Belén asegurando con un ligero asentimiento de cabeza y con el pulgar en alto que pasa completamente de estas cosas respondiendo una vez más a la madre de su hija Andrea con lo que más le molesta, la más completa indiferencia.