La cantaora María José Llergo (Pozoblanco, Córdoba, 1994) llega hoy a Gijón al teatro de la Laboral (20.00 horas). Lo hace con los sonidos de sus últimos singles, “Tu piel” y “La luz”, y con un recorrido por su peculiar sonido flamenco, con guiños a la música urbana y la electrónica, dentro de sus letras reivindicativas y con una añoranza al pasado, a sus influencias familiares musicales.
–Cantante de flamenco por su abuelo, que le enseñó a cantar en el campo. ¿Cómo fueron aquellos dulces momentos?
–Recuerdo una María José pequeñita, de seis años, con su abuelo en el campo, en esas tardes supercalurosas de Córdoba. En vez de dormir la siesta, se iba con su abuelo cuando regaba. Y mientras él cantaba por fandangos, serranas, tangos o peteneras. Hacía letrillas sobre los vecinos que no le caían demasiado bien. Y yo imitaba su cante.
–¿Algún consejo?
–Canta, cobra, pero no te vendas. Eso me decía mi abuelo.
–Le señalaban, hace tres años, como una figura clave para dar una revuelta al flamenco.
–Ha sido más una etiqueta que una intención mía. No he querido revolucionar nada. Solo buscaba expresarme libremente con mi arte, letras y melodías.
–¿Es un estilo que necesita regenerarse?
–El flamenco es el reflejo de la sociedad. Y lo será siempre. No es que estemos cambiando un género, sino la sociedad, porque buscamos una sociedad más justa e igualitaria. Y lo intento desde mi arte. El flamenco es la música clásica de Andalucía, y cante lo que cante estará en mi voz. En todo lo que haga siempre se respira flamenco. En mis letras intento dignificar a las personas que perecen en el mediterráneo, mi música va mucho más allá.
–Parte desde el flamenco, pero con influencias de la música urbana.
–Lo único que hago es utilizar las herramientas que tengo a mi alcance. Cuando Camarón introdujo la guitarra eléctrica o Enrique Morente la batería, lo hacían porque por fin había guitarras eléctricas en España. En mi caso mezcla música electrónica con la acústica de la guitarra flamenca. Soy de una generación muy digital, crecimos con un móvil en la mano, los sonidos son muy parecidos a los de los videojuegos. La tecnología la tenemos las 24 horas del día, y es normal que se nos mezclen ese tipo de sonidos.
–¿Qué hay debajo de “Tu piel”? ¿Qué le queda por mostrar?
–Muchísimo. Creo que solo he hecho menos del 1% de lo que me gustaría hacer. Quiero producir muchísima música, ir mejorando poco a poco, y acabar llenando el escenario de músicos y artistas de todas las disciplinas.
–¿Con quién de las figuras musicales actuales que le han marcado le gustaría subirse a un escenario?
–Me muero por cantar con Nita, de “Fuel Fandango”, la admiro mucho. O también con Pablo Alborán.
