Ejerciendo de papás orgullosos, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín no dudaron en hacer un viaje 'exprés' a Barcelona el pasado fin de semana para apoyar a su hijo Pablo en su esperado debut con la primera plantilla del Barça de balonmano, un mes después de hacer lo propio con el equipo 'B' blaugrana - donde ha llamado la atención por su velocidad, su técnica y su polivalencia - por lo que no ha tardado en dar el salto a la Liga Asobal, siguiendo así los pasos de su padre.

Tras varias horas en la ciudad condal y de asistir orgullosos al primer partido de Pablo, de 20 años, con el Barcelona de balonmano, Doña Cristina e Iñaki Urdangarín abandonaron juntos el hotel en el que se habían hospedado para regresar de nuevo a Ginebra y a Vitoria, respectivamente, para seguir con su vida al margen del foco mediático.

Muy relajados y cómplices, los ex Duques de Palma compartieron confidencias y sonrisas antes de abandonar juntos el lugar en un coche conducido por el exjugador de balonmano, demostrando que su matrimonio marcha a las mil maravillas y que la comentada ausencia de la Infanta Cristina en la boda de su primo Philippos de Grecia con Nina Flohr tenía una razón de peso; asistir al exitoso debut de su hijo Pablo en la máxima categoría del balonmano español, la Liga Asobal, con un encuentro en el que, además de participar activamente en el juego del equipo, marcó 3 goles que contribuyeron a la victoria del conjunto culé.

"El mayor parecido es que ambos somos zurdos, aunque a su edad tiene más talento que yo cuando jugaba" ha declarado Iñaki Urdangarín al diario 'La Vanguardia', sin disimular el orgullo que siente por Pablo, del que ha destacado que "es más delgado que yo y con 1,94 metros tiene más polivalencia, es más rápido".

Y ahora, siguiendo los pasos de su padre - que jugó en el Barcelona de balonmano entre 1986 y el año 2000 - y después de un año entrenando sin ficha con equipo B del club culé, Pablo ha debutado con el primer equipo, demostrando su entrega y su valía ante la orgullosa mirada de la Infanta Cristina, que no se ha perdido detalle del partido y que ha aplaudido emocionada a su hijo, con un prometedor futuro en el mismo deporte con el que Iñaki Urdangarín llegó a ganar seis copas de Europa y dos medallas olímpicas.