La cantante Isabel Pantoja ha declarado que desconocía las deudas que tenía su empresa Panriver con otras sociedades y las operaciones realizadas para saldarlas, asegurando que dio un poder a su hermano para vender la casa de Marbella (Málaga) "o pagar lo que se debiera", ya que tenía todos sus bienes como aval de dicho inmueble. "Solo quería salvar mi patrimonio, no me importaba la casa", ha asegurado ante el juez.

El Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga ha dejado visto para sentencia este martes el juicio a Pantoja acusada como cooperadora de un delito de insolvencia punible por participar la empresa Panriver, de la que era administradora única, en una operación supuestamente irregular relacionada con dicha casa. La Fiscalía pide que se le imponga una pena de tres años de prisión a la cantante y al otro acusado del mismo delito.

La cantante ha asegurado que desconocía los procedimientos de pagos de deudas que existían y los embargos sobre las fincas

Pantoja ha llegado a los juzgados poco antes de las 10.00 horas, acompañada por su hermano, que ha declarado como testigo, y ha entrado ayudada por guardias civiles rodeada de un gran número de cámaras y periodistas, congregados en las puertas de la Ciudad de la Justicia. La vista se ha celebrado en la misma sala en la que se celebró el juicio por blanqueo de capitales por el que fue condenada la cantante, quien no ha hecho uso de su derecho a la última palabra.

Las acusaciones sostienen que Panriver y otra empresa, Codabe, a la que la primera debía 114.000 euros, actuaron "en perjuicio de los derechos de créditos" de una tercera sociedad, con la que Codabe había reconocido una deuda de más de 800.000 euros, y en 2015 "se concertaron para beneficiarse mutuamente", dice el fiscal, llegando a un acuerdo entre ambas para pagar la deuda, con una quita importante.

La tonadillera, a su llegada al juicio en Málaga. Daniel Pérez

La cantante ha asegurado que desconocía los procedimientos de pagos de deudas que existían y los embargos sobre las fincas, asuntos para lo que tenía a sus asesores fiscales, "que algunas veces lo han hecho bien y otras mal", y abogados. En este sentido, ha explicado entre lágrimas que en las visitas en la cárcel de su hermano, sus hijos y su sobrina no hablaban de estos asuntos sino que aprovechaban para "abrazarnos y saber si estábamos bien".

Así, ha señalado que estando en prisión por su condena por blanqueo de capital le llegó una notificación relacionada con la hipoteca y dio un poder a su hermano, Agustín Pantoja, "para vender la casa o para que el banco se la quedara para pagar lo que fuera", ya que se iba a hacer la ejecución del préstamo hipotecario. "Lo que mi hermano haya hecho, lo ha hecho bien, confío plenamente en él, moriría por mí y no me haría ningún daño", ha asegurado.

"Mi problema no era la casa, mi problema grande era primero donde yo estaba, yo no quería esa casa, era realmente del banco, yo estaba pagando una hipoteca, pero el problema era que avalé esa casa con todos mis bienes, he trabajado toda mi vida", ha dicho llorando, apuntando que "si yo estaba privada de libertad no podía pagar, porque no podía trabajar".

El otro acusado ha declarado que firmó dos reconocimientos de deuda de unos 300.000 euros cada uno, pero "estaba mal psicológicamente". "No sabía lo que estaba firmando", ha dicho, explicando que le "llevaron a una notaría en Córdoba y firmé lo que me pusieron, estaba amenazado". Además, ha asegurado no saber de levantamientos de embargos ni de acuerdos con la sociedad de Pantoja, con la que ha afirmado que no tuvo contacto.

El hermano de la cantante ha declarado como testigo y ha indicado que firmó la escritura de venta de la casa, que le dijeron que era sin remuneración porque el dinero iba a pagar acreedores, asegurando que firmó porque el notario le dijo que todo estaba bien. Además, Agustín Pantoja ha apuntado que no recibió instrucciones de su hermana para la quita.

El letrado de la cantante, por su parte, ha pedido que "se le ponga fin al martirio de mi cliente"

Conclusiones

El fiscal ha mantenido la acusación para los dos procesados, al sostener que cometieron un delito de insolvencia punible, en el caso del responsable de Codabe como autor y en el de la cantante como cooperadora necesaria, ya que considera que "colaboró" para el alzamiento de bienes, no de su empresa sino de la otra.

Ha hecho hincapié en que Pantoja diga que no tenía conocimiento "de absolutamente nada" de las deudas, cuando era administradora única de Panriver, ni de los embargos sobre las fincas, apuntando que se da la "curiosidad" de que se procede a la venta extrajudicial de las mismas a los pocos días de dicho levantamiento. "Esta señora tenía conocimiento de estos hechos", ha incidido.

La acusación particular, en representación de la empresa perjudicada, también ha mantenido su acusación contra los dos procesados; mientras que las defensas han pedido una sentencia absolutoria.

Isabel Pantoja ha negado conocer los delitos por los que se la juzga. Daniel Pérez

El letrado de la cantante, por su parte, ha pedido que "se le ponga fin al martirio de mi cliente"; mientras que el que representa los intereses de la empresa ha aludido en este mismo sentido a que la acusación particular se habría aprovechado de "repercusión mediática" de Pantoja para cobrar una deuda que no le correspondía.

Así, el abogado defensor de Pantoja ha asegurado que "no hay ni una sola prueba, ni por asomo" contra ella; solo "afirmaciones apriorísticas" sobre que tenía conocimiento de los procedimientos de deuda y gestiones realizadas. "Es mucho decir que lo conocía y se dice sin prueba ni indicio que lo confirme", ha asegurado, apuntando que "construir una sentencia condenatoria con esa orfandad de prueba creemos que es imposible".

El letrado se ha preguntado cuál es la prueba para concluir que a Isabel Pantoja, "once años después, estando privada de libertad, cuando está ahogada porque todos sus bienes están afectados como aval del banco del crédito hipotecario de la casa, se le tuvo que encender la luz de que hubiera un derecho de otra empresa". ¿En qué cabeza cabe?", ha apostillado.

Pantoja fue juzgada y condenada por la Audiencia de Málaga por un delito de blanqueo de capitales en un procedimiento en el que también fueron condenados el exalcalde marbellí Julián Muñoz, que había sido pareja de Pantoja, y la exmujer de este, Maite Zaldívar.

Salida por la puerta de atrás

Cuatro horas ha durado la comparecencia, en la que la tonadillera ha tenido que escuchar como la Fiscalía se ha reafirmado en su petición de tres años de prisión para la tonadillera.

Intentando no ser captada por las decenas de medios de comunicación que la grabaron a su llegada al Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga a las 10 de la mañana - un momento caótico en el que la Guardia Civil no ha sido capaz de proteger a la artista de la marabunta de periodistas y público que aguardaban su regreso a los juzgados - Isabel ha solicitado un permiso especial para abandonar los tribunales por la puerta de atrás, dando esquinazo a buena parte de la prensa.

Acompañada por su hermano Agustín y escoltada por varios miembros de la Guardia Civil, Isabel - destrozada y ocultando sus ojos hinchados por el llanto bajo sus inseparables gafas de sol - ha abandonado los Juzgados en la parte de atrás de un coche sin hacer ningún tipo de declaración.