No hay Festival de Cannes sin el desfile previo por la alfombra roja y la inauguración de la 75.ª edición del certamen congregó a sus primeras estrellas, Rossy de Palma y Eva Longoria, actrices de origen asturiano, entre las invitadas. A ellas se sumó Julianne Moore.

Las tres de negro pero con estilismo variado: pelo suelto y vestido de amplio escote en el caso de la primera; moño, gafas de sol, abanico y americana-vestido en el de la intérprete española, y generosas transparencias en el de Longoria, que visitó en 2017 el concejo de Belmonte de Miranda, de donde emigró su familia a Estados Unidos.

Moore presenta hoy en la Semana de la Crítica, sección paralela de Cannes, la ópera prima de Jesse Eisenberg, “When You Finish Saving The World”, mientras que De Palma, hija de avilesinos, acudió en calidad de presidenta del jurado de la Cámara de Oro, premio que distingue a la mejor ópera prima de todo el festival.

Rompió esa monocromía, en rosa, la actriz francesa Bérenice Béjo, protagonista de la película inaugural, “Coupez!”, una comedia de zombis de Michel Hazanavicius, fuera de concurso.

La presencia del director y del resto del elenco, integrado también por Romain Duris o Matilda Lutz, dio pie a doce días de certamen, hasta el 28 de mayo, en los que aspiran a la Palma de Oro el japonés Hirokazu Kore-eda o el español Albert Serra.

En lo alto de la escalinata estaban como siempre el presidente de Cannes, Pierre Lescure, y su delegado general, Thierry Frémaux. Para Lescure, al frente del mismo desde 2014, será su último año, ya que en julio le toma el relevo la alemana Iris Knobloch, primera mujer presidenta de Cannes.

La velada de aniversario será el próximo martes, 24 de mayo, pero esta primera alfombra roja marcó ya el tono de una edición que después de su anulación en 2020 debido a la pandemia y de su celebración en julio el año pasado vuelve a sus fechas habituales y con ella regresa a la normalidad.