El hijo de la Duquesa de Alba se muestra más sincero que nunca en televisión

Cayetano Martínez de Irujo fue entrevistado por Risto Mejide en "Chester"

Cayetano Martínez de Irujo, durante su entrevista con Risto Mejide en 'Chester'

Cayetano Martínez de Irujo, durante su entrevista con Risto Mejide en 'Chester' / CUATRO.ES

EP

Cayetano Martínez de Irujo ha sido el primer protagonista de la nueva temporada de 'Chester', que vuelve a Mediaset de la mano de Risto Mejide después de varios años de ausencia. Un invitado de altura que se ha abierto 'en canal' con el presentador y, más sincero que nunca, ha hablado de cuestiones tan personales como su breve noviazgo con la Infanta Elena, cómo es su relación con el actual Duque de Alba - su hermano Carlos Fitz-James Stuart - qué pensó al enterarse de que su madre estaba saliendo con Alfonso Díez, el trauma con las mujeres por el que se internó en un centro en Estados Unidos o cómo ha encontrado la felicidad, pasados los 50 años, con Bárbara Mirjan, con la que no descarta repetir la experiencia de la paternidad.

Una confesión a corazón abierto en la que no se ha dejado ningún tema en el tintero y que promete dar mucho que hablar. Y es que Cayetano se sincera respecto a la relación que durante tres meses mantuvo con la Infanta Elena en la década de los 80. Una historia de amor que él mismo terminó porque, como ha admitido, "me di cuenta que yo no estaba luchando para salir de una celda educacional tan fuerte como la de la Casa de Alba para meterme en una mucho mayor. No me veía ahí". Por eso, y a pesar de que la hija del Rey Juan Carlos era "una persona excepcional" y de que su familia estaba 'a favor' de emparentar con Casa Real, el jinete decidió cortar por lo sano: "Fue difícil salir de ahí porque era muy seductor para todo el mundo de alrededor* pero dentro de mi confusión tenía las cosas claras y tuve la fuerza para decir 'esto no es lo mío', porque para nada era lo que buscaba ni quería".

Muy unido a su madre, la inolvidable Duquesa de Alba - a la que perdonó sus ausencias durante su infancia a los 30 años y con la que tuvo una relación muy estrecha durante sus últimos años de vida - Cayetano no ha dudado en revelar qué pensó cuando su hermano mayor le contó que su progenitora había comenzado una relación con Alfonso Díez: "Viene Carlos y dice que nuestra madre tiene novio ¡No jodas! ¡Cómo va a tener novio con 84 años! Es que es un personaje...".

Respecto al actual Duque de Alba, el jinete admite que se siente defenestrado por él - "en la Edad Media posiblemente estaría en un castillo o decapitado" ha afirmado - y le acusa de haberle tratado "como un empleado corrupto en vez de un hermano" tras el fallecimiento de su madre. "Trabajé cinco años para la Casa de Alba y él se ha llevado el 60% de eso. Me acusó de ser desleal, lo que no es cierto" se ha lamentado, asegurando que de no ser por el antiguo administrador de la casa, que le siguió pagando 6 o 7 meses después de que Carlos lo despidiera, "no hubiese tenido ni para pagar el colegio de mis hijos".

Desde entonces, Cayetano vive "básicamente" de sus explotaciones agrícolas en Sevilla y en Córdoba y, como reconoce, es feliz. Una felicidad en la que tiene un papel muy importante su pareja desde hace seis años, Bárbara Mirjan, en quien ha encontrado la estabilidad y con quien no descarta volver a ser padre: "Es la primera vez que he sido capaz de una relación de verdad con más de 50 años. Hemos crecido juntos. La conocí con 18 años y yo en el comienzo de mi nueva vida, con 53... No daban dos duros por nosotros, pero esto se va consolidando. Yo antes no estaba abierto a repetir paternidad, pero ahora sí. Ella se merece todo. Y si todo sigue en la dirección que va..." ha confesado.

Traumado

Y es que su relación con las mujeres ha estado marcada durante buena parte de su vida, como ha desvelado, por un trauma que arrastraba desde su infancia por culpa de las niñeras que le criaron y que, como ha revelado, "le pegaban sin razón". "Tenía un problema emocional y confundía el amor, el sexo y el cariño. Las palizas de las nannies me hicieron tener miedo hacia la mujer y tener una relación" ha asegurado, confesando que no logró superarlo hasta que se ingresó en un centro en Estados Unidos. "Aguanté cinco semanas y fue durísimo. Hay que ser muy valiente para hacer eso... Te quitan el móvil y haces terapias fuertes. Había momentos que de lo que estaba llorando me faltaba la respiración, me faltaba el aire" ha explicado.