Los perros necesitan socializar. Al igual que los humanos, son seres sociales. El contacto con otros perros y animales, además de con el propio hombre, le ayuda a crecer más feliz y a evitar problemas relacionados con el aislamiento, como la agresividad, el miedo y la tristeza.

Pero, ¿cuándo es recomendable que el perro empiece a tomar contacto con el mundo exterior? Lo mejor es que transcurran al menos dos meses de vida hasta que lo saquemos a la calle, siempre bajo control, con correa y preferiblemente con todas las vacunas.

Una vez ahí, un parque puede ser un lugar óptimo, pero asumiendo que el cachorro se enfrenta a riesgos propios del mundo exterior, como otros perros que pueden herirlo o restos de comida que puede llevarse a la boca de forma inconsciente.

Asimismo, hay que vigilar su primer contacto con otros seres humanos. Por ejemplo, un niño puede hacerle daño sin querer, lo que podría producir que el cachorro tomase miedo a los niños o que reaccionase de forma agresiva la próxima vez que se encuentre con uno.

También es recomendable que el perro se acostumbre a tomar contacto con personas que vayan más allá de su ámbito doméstico. Esto hará que crezca adquiriendo respeto hacia los seres humanos y otros animales.