Estamos tan acostumbrados a su presencia, a veces silenciosa, que cuando tienen problemas de salud, corremos el riesgo de no darnos cuenta. Se trata de gatos domésticos que, a diferencia de los perros, son menos ruidosos y tienden a ser más independientes. Por término medio, viven más que los perros, por lo que solemos prestar menos atención a sus enfermedades. Pero también envejecen y, como todas las criaturas, también pueden manifestar cambios con actitudes inusuales. Sabemos que pueden moverse en la oscuridad mejor que los perros o los humanos, pero en algún momento de su vida también pueden tener problemas de visión. He aquí cómo podrían demostrárnoslo por medios inusuales.

Marcha y postura del gato

Los veterinarios y expertos señalan que nuestro gatito puede mostrarnos que ha perdido la vista por su andar torpe y su dificultad para arrastrarse en los espacios más estrechos. Esto es muy significativo, ya que todos sabemos la facilidad con la que los felinos se las arreglan para colarse en todas partes. Además de la marcha torpe, su gato también puede mostrar dificultades visuales para llegar a lugares familiares como el cuenco o la bandeja sanitaria. Si tu gatito se mueve mal, especialmente acercándose mucho al suelo, podría significar que está utilizando su sentido del olfato y no su vista.

Tenga en cuenta que si su gato maúlla más de lo habitual y camina de esta manera, podría ser un indicio de un problema de salud.

Cuando su gato ha estado acostumbrado a maullar durante años y de repente se vuelve parlanchín, está señalando su malestar. Está notando que nos ve menos y, como un niño que llora cuando tiene dolor, el gato maullará más. Un poco como lo que ocurre con los perros, cuando son viejos y lloran para señalar estados de malestar y sufrimiento.

Otro síntoma

Cuidado que junto con el aumento de los maullidos, podríamos examinar los ojos. Con una visita al veterinario, pero también notándolo nosotros mismos: el gatito que ve menos entrecerraría mucho más los ojos, notando la diferencia de luz. Especialmente durante las horas más luminosas del día.

Hay que tener en cuenta que si nuestro gato maúlla más de lo habitual, puede mostrarnos entonces que tiene dificultades visuales. No subestimes esta señal, junto con las sugerencias de este artículo.

Si tu gato se lame mucho en esta zona del cuerpo puede ser peligroso

Los gatos son animales muy limpios. Los vemos lamerse, incluso entre ellos, porque para ellos la higiene es fundamental. Si tenemos la suerte de vivir con uno, habremos comprobado el tiempo que nuestro gatito dedica a esta práctica cada día.

Se calcula que su gato pasa más de 2 horas al día en esta actividad concreta. De hecho, podríamos incluso decir que algunos humanos harían bien en tomar ejemplo de su libro, ya que no todos somos tan dedicados a la limpieza personal. Sin embargo, cuando su gato se lame continuamente la cola, puede ser una señal que no debe subestimar.

Hay muchas razones por las que su gato puede comportarse de esta manera.

El hecho de que su gato se lama continuamente la cola de forma compulsiva y no relajada podría ser una señal de un problema. Detrás de este comportamiento puede haber un malestar físico o un malestar emocional. Una de ellas podría ser la llegada inoportuna de garrapatas o pulgas. El gato trataría entonces de alejar a estos invitados, pero a riesgo de hacerse daño a sí mismo.

El gato tiene una lengua áspera que, si se frota continuamente en la cola, podría dañar la piel. Y no solo eso. Si su gato se lame la punta de la cola con insistencia, podría ser un signo de una forma de vasculitis, es decir, una inflamación de los vasos. Esto se localiza en sus extremidades y llevaría a este comportamiento inusual.

Cuando su gato se lame constantemente la cola, no es sólo una cuestión de higiene, sino que podría ser una señal de alarma.

Otra razón que podría llevar a su gato a comportarse de esta manera es la presencia de una alergia. Esto puede ser causado por un alimento que ha comido o por algo que se ha posado en su cola y que no le gusta.