Estas son las tres cosas que odian los perros y seguimos haciendo sin parar

Unas costumbres que solo aceptan por el amor que nos tienen

Un perro.

Un perro.

Benito Domínguez

Tener una mascota conlleva una importante responsabilidad, más cuando se trata de un perro. Y es que los perros son unos animales muy dependientes, pero eso no quiere decir que acepten todo lo que hacemos. Hay ciertas costumbres que, aunque no lo creamos, son odiadas por nuestros perros, que solo las aceptan por el amor que nos tienen. Aún así, es bueno conocer qué cosas odian para tratar de evitarlas todo lo posible.

La educación es muy importante cuando hablamos de mascotas. Lo importante es educarlos desde que son cachorros, ya que a medida que se van haciendo mayores se hará mucho más complicado educarlos. Eso sí, la educación de nuestros perros también requiere mucha paciencia.

Uno de los principales problemas que nos encontramos cuando son cachorros es educarlos para que orinen fuera de casa. Esto supone un importante esfuerzo por nuestra parte, ya que cuando son pequeños, los cachorros no tienen un control total de cuándo orinar, y acaban orinando por toda la casa. Para empezar, podemos utilizar empapadores, una medida práctica para evitar que nos ensucien toda la casa. Para ello, habrá que educarlo para que sepa que, en el caso de que tenga que orinar en casa, lo haga en el empapador. Sin embargo, no todos los perros responden igual al empapador, y algunos consideran este elemento como un juguete más. Como consecuencia de esto, acaban destrozándolo y llenando la casa de trozos de empapador.

Para educar a nuestro perro para que orine fuera de casa es necesario sacarlo cada cuatro horas. Una vez que consigamos esto, podremos ir adaptando las horas de salida hasta hacer tres salidas diarias. No es sencillo, pero al final se puede conseguir. Eso sí, paciencia, es lo más importante.

Un reto

Una vez conseguido que el perro haga sus necesidades fuera de casa es hora de probar otras cosas con nuestra mascota, como conseguir que se siente o evitar que se suba al sofá o la cama. Sobre esto último, los veterinarios aconsejan que el perro duerma en la misma habitación que nosotros, pero siempre en su cama. Lo que ocurre que muchos prefieren dormir con nosotros en la cama y es complicado que aprendar que no pueden dormir con nosotros. Eso dependerá, en tal caso, de si nos importa o no dormir con nuestros compañeros peludos.

Pero además de educar a nuestras mascotas, también debemos de aprender nosotros algunas cosas sobre ellas, como las cosas que odian. Entre ellas, una que no les gusta nada y que solemos hacer con mucha asiduidad es abrazarlos. No les gustan los abrazos porque, entre otras cuestiones, limitan su espacio personal. Por eso es importante no hacerlo o, en tal caso, limitar el número de abrazos que le damos a nuestra mascota.

Otra cosa que no les gusta nada son los olores fuertes. Los perros tienen un olfato muy desarrollado y, por eso, los olores fuertes les afectan mucho más que a nosotros. Para evitar esto hay que tener especial cuidado con los productos de limpieza que utilizamos. La lejía, por ejemplo, es algo a evitar, sobre todo cuando existen en el mercado otros productos similares que no le afectan tanto. Además, el olor a lejía les incita a orinarse.

Por último, pero no menos importante, los perros odian que los dejemos solos. Evitar esto se hace mucho más difícil, sobre todo cuando tenemos un trabajo fuera de casa y no podemos estar con nuestro perro. Sin embargo, hay que intentar pasar el mayor tiempo posible con nuestra mascota, y llevarlo con nosotros siempre que podamos. Cada vez hay más establecimientos que aceptan mascotas, incluso centros comerciales, con lo que no hay excusa para no llevar a nuestros amigos peludos.