Ocho consejos que tienes que tener en cuenta a la hora de bañar a tu perro

Una rutina que normalmente no le gusta a nuestras mascotas, pero que es vital para ellos

un perro en la playa.

un perro en la playa.

Benito Domínguez

A la hora de bañar a nuestros perros, una buena opción suele ser llevarlo a una peluquería canina o un establecimiento especializado. Sin embargo, es una opción que no todo el mundo se puede permitir, con lo que solo nos queda bañarlo en casa. Pero, ¿cómo debemos bañar a nuestro perro?

Primero de todo hay que tener en cuenta que la higiene de nuestro perro es de vital importancia y hay que hacerlo con cierta frecuencia, además de utilizar productos específicos. También debes saber que, aunque los perros tratan de lavarse por sí mismos, en la mayoría de los casos no es suficiente, por eso tenemos que bañarlos nosotros.

Para empezar, debes saber que la mejor manera de bañar a tu perro es utilizando la bañera más grande que tengas en casa. Esto es importante porque tu perro debería moverse con facilidad y no sentirse agobiado por la falta de espacio.

Antes de bañarlo, lo suyo es que hagamos un cepillado previo. Con esto conseguiremos eliminar el pelo que se le ha caído pero todavía sigue en su cuerpo, así como las células muertas de la dermis. De este modo, facilitaremos el lavado.

También recuerda que, por norma general, a los perros les gustan muy poco los baños, con lo que tienes que hacer todo lo posible para que el ambiente del baño sea tranquilo y sin ruidos.

En cuanto a la temperatura del agua, recuerda que no debe ser muy fría, sobre todo porque hay perros muy sensibles a las temperaturas bajas. Pero tampoco demasiado caliente, ya que podrías quemar a tu mascota. Lo suyo sería utilizar agua tibia, ve mojándole poco a poco y, a la vez, ponle cerca alguno de sus juguetes, de este modo, lo asociará a una situación agradable.

Una vez mojado, deberías empezar el proceso de lavado. Para eso utiliza un champú específico para perros, aplícalo por todo el cuerpo y masajea de forma energética. Después deberás aclararlo.

Por último, es importante que lo seques por completo, ya que dejarlo mojado puede acarrearle problemas. Para ello puedes utilizar una toalla o el propio secador, eso sí, con aire frío, ya que no queremos quemar a nuestro amigo.

La frecuencia de los baños dependerá mucho de cada perro. Si es un perro muy activo cuando lo sacas al parque y le encanta rebozarse en la tierra o en la arena, deberías bañarlo al menos cada quince días. No reduzcas este tiempo porque puedes causar problemas graves en su piel. Es mejor que, entre baño y baño, y cuando esté sucio, lo limpies con toallitas húmedas. Si es un perro poco activo, es suficiente con un baño al mes.