Hace unos días hablábamos del poder del bicarbonato para limpiar cualquier superficie de tu casa como la cocina o el baño y también otros lugares más concretos como la nevera o el lavavajillas. Seguro que nunca hubieras pensado que también puedes utilizarlo como un sustituto de tu pasta de dientes habitual. Es seguro, muchos famosos lo usan y lo prueban como un blanqueador natural.

Para tener una sonrisa reluciente es fácil coger un poco de bicarbonato sódico y cepillarte los dientes. Una sola cucharada de bicarbonato es buena para tus dientes, también para blanquearlos o eliminar manchas leves.

El bicarbonato es lo más barato que puedes encontrar para lavarte los dientes, muchos ecologistas lo usan al entender que además contribuyen a no ensuciar el medioambiente. Para ello lo que hacen es elaborar una pasta con un poco de bicarbonato y agua y posteriormente ponerla sobre el cepillo de dientes, al igual que se hace con la pasta tradicional.

Uno de los problemas que puede presentar el bicarbonato es que es abrasivo. Como ya hemos dicho se suele utilizar en superficies como cocinas o suelos por su gran poder limpiador. Por eso los expertos aconsejan que, si bien es bueno y funciona de una manera correcta, no debemos abusar de su uso.

Nuestros dientes tienen un esmalte natural perfecto y muy difícil de conservar, por eso es bueno cuidarlo de la mejor manera. Al cepillarnos con el bicarbonato sódico lo que podemos terminar por hacer es reducir la capa de esmalte de nuestra boca.

No podemos abusar de esta forma porque podemos terminar con el esmalte y dejando que aparezca la dentina, una sustancia más frágil que el esmalte y que se identifica como el marfil de nuestros dientes. Este material es muy duro, pero su color es amarillo, así que si lo que queremos es mantener nuestros dientes blancos debemos cuidarlos bien para no hacer que aparezca la dentina.

Por todo esto lo mejor es utilizar el bicarbonato sódico en contadas ocasiones ya que pese a ser efectivo su uso en un periodo prolongado de tiempo podría abrasar nuestros dientes. Con el bicarbonato lograremos blanquear nuestra sonrisa en uno o dos tonos, una mejora considerable teniendo en cuenta lo barato y efectivo que es el producto.