Cómo nos gusta echar la vista atrás, no a veces, siempre. Y no paramos de rescatar tendencias de otras décadas que más que una estética nos propone una actitud. El movimiento indie emergió entre los años 2000 y 2012, dejándonos un estilo entre trasnochado y formal. Ahora regresa para que nos atrevamos a definir nuestro estilo, libremente y con ganas de divertirnos.

Inspiración Y2K, haz de lo corriente algo extraordinario

Se trata de seguir el propio instinto y las preferencias, por más extrañas que parezcan, aunque logrando un resultado con éxito. "Esta tendencia es una mezcla arriesgada entre estar a la moda, con un toque lujoso y ostentoso, añadiendo algún elemento que indica lo contrario, ñoño, desfasado y muy normal. Lo que transmitimos es frescura, libertad sin que nos importen las opiniones de los demás", sugiere Raquel Saiz de Salón Blue by Raquel Saiz desde Torrelavega (Cantabria).

Cuida tu aspecto despreocupado

Prendas que se combinan entre sí sin ninguna relación aparente, aunque con un resultado que funciona. "Las melenas son principalmente largas, aunque con desfilados que le dan cierto movimiento natural. Se peinan con poco esfuerzo y se permiten incluso dejar cierto encrespamiento", asegura Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga

Cuando lo insólito es seguir nuestro camino

La estética indie es una nueva forma de distanciarnos de lo anodino, lo previsible y establecido, realzando la imagen personal a través de la individualidad. "Rompemos con la tendencia de seguir a la masa, aunque nos inspiramos en otros, demostrando que tenemos un estilo personal propio. El cabello huye del artificio con recogidos que reflejan prisa y poco cuidado y con texturas muy frescas", añade Manuel Mon de Manuel Mon Estilistas desde Oviedo.

Looks trasnochados para el día

Un maquillaje imperfecto, un pelo que lo es todo menos impecable y unas prendas que pueden moverse entre lo hippie y lo psicodélico. "La estética indie viene a contrarrestar otras tendencias de looks muy cuidados y trabajados. Es una despreocupación que no es banal, sino que quiere reforzar la personalidad, la posibilidad de decidir qué está bien y qué no a través de estos gestos. Es todo un posicionamiento social", explica Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).