La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha alertado de que en el año 2012 se produjo un estancamiento en el descenso de la tasa de mortalidad por infarto agudo e incluso un pequeño "repunte", que ha achacado a la crisis y a su impacto en las políticas sociales.

"El mayor impacto de la crisis fue en las políticas sociales", ha destacado el presidente de la SEC y jefe de servicio del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), José Ramón González-Juanatey, en una conferencia de prensa celebrada con motivo de la quincuagésima edición del Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares.

González-Juanatey ha apuntado que, durante los últimos tiempos, la esperanza de vida creció en más de seis años, de los que cuatro se deben a avances en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, que aún continúan siendo la principal causa de muerte en España.

No obstante, ha indicado que el "repunte" en la mortalidad por esta dolencia, tanto en hombres como en mujeres, del último ejercicio del que se tienen datos -2012-, se achaca al aumento de la exclusión social y a la subida del número de desempleados, porque, ha remarcado, "la pobreza acarrea enfermedad".

El especialista ha presentado las cifras de la tercera edición del proyecto "Recursos y calidad en cardiología" (Recalcar), que evidencia que "todas las comunidades autónomas han mejorado", hasta en más de medio punto, la mortalidad intrahospitalaria por infarto agudo de miocardio (IAM) en España, hasta situarse el promedio en un 7,3 por ciento, frente al 7,84 por ciento de 2011.

Los datos recogidos acerca del tratamiento de esta dolencia en 2012 alertan sobre la existencia real de desigualdades asistenciales en el conjunto del territorio español, aunque estas diferencias se reducen con respecto al anterior período analizado.

No obstante, el cardiólogo ha apuntado que existe una "variabilidad notable" entre la comunidad autónoma con mayor mortalidad instrahospitalaria por esta dolencia y la que presenta la menor tasa, un 57,9 por ciento de diferencia en 2011 y un 39,63 por ciento en 2012.

Los datos del proyecto Recalcar señalan que las comunidades que presentan un índice por debajo de la media española son, por este orden, Navarra (6,08 %), Islas Baleares (6,33 %) o Madrid (6,61), mientras que por encima de esa cifra se encuentran Valencia (8,49 %), Andalucía (7,94 %) o las Islas Canarias (7,75 %).

El informe evidencia que las autonomías que más han mejorado sus resultados con respecto al año anterior son el País Vasco (7,29 % de mortalidad), Islas Baleares y Madrid, que redujeron la mortalidad en más de un 1 por ciento.